De los recuerdos (prt 2) 23 de junio
Ella fue Nicole, la chica que me enseñó a querer al enemigo.
(SIN EDITAR)
Sentí algo frío rozarme la cara y el dorso, me ardía y me dolía, a pesar de la droga sentí esas cosas, a pesar de sueño en el que me sumergía, sentí esas cosas y como el interruptor de la bomba nuclear que se lanzaría para acabar con el mundo, yo salí breves segundos de mi sueño lúcido y les hablé.
[...]
–Oye, tú– una lejana, muy lejana voz me llamaba, pero yo no podía contestar, no podía hablar.–¿Estas bien?– seguía sin poder responder, aunque cada vez oía la voz más cerca.
–Mario– mencionó mi nombre, pero yo no era capaz de decifrar quien era. –Si puedes entenderme aprieta mi mano– con su mano, tomó la mía y la apreté con las pocas fuerzas que llevaba.
–Soy Ben– dijo el hablante y yo me creía en el desierto de “El principito”
Al fin abrí los ojos y lo ví, mi ángel, mi salvador. Era uno de los muchachos que estan en la entrada, drogados y casi sin conocimiento. Pero ahí estaba, intentando ayudarme.
–Fueron Hairon y su gente, ellos odian a los como tú.
Eso me había quedado claro.
Mi cuerpo seguía en el suelo, no sentía gran parte de él y mi rostro estaba cubierto por una sustancia pegajosa. Sí era sangre. Ben me ayudó a levantarme, me llevo hasta su casa. Suponía que era donde sobrevivía, eran dos contenedores ya en desuso.
En su interior, había un colchón con los muelles salidos hacia fuera y un poco sucio, algo parecido a unas silla desechable y unas lámparas de techo que nos brindaban una luz muy opaca.
–Yo lo conocí.– habla Ben, sacándome de mis pensamientos.
–¿A quién?– pregunté confuso.
–A Mariano.– asentí para que continuara.
–Fue un gran hombre. Lo fué, gracias a él, tengo esta "casa"– hizo comillas en sus dedos al mencionar casa – Si no fuera por tu hermano yo, ya estaría muerto.
–¿Sabes?
–Las agallas de los Padillas, son genéticas creo–rió ante su propio comentario, mientras yo ni fuerzas tenía para aquello.
–La verdad, fue un honor servir a tu hermano y si me dejas también podría servirte a tí.
–¿Servirme?– este chico me hacía hacerle más preguntas que las que podía.
–Si Mario, aquí tienes un fiel servidor para lo que necesites, sería como recompensar todo lo que no pude con tu hermano.
–De acuerdo, lo tendré en cuenta y gracias.– Ben asistió unas cuantas veces. Aquel chico no parecía tener la edad de Mariano, aparentaba unos 25 más o menos. No llevaba tatuajes como era típico en este mundo, ni pircings, eran de piel oscura y pelo afro, estaba extremadamente delgado y su cara claramente reflejaba los daños del vicio.
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El Silencio Que Dejaste.(Proceso)
Novela JuvenilGrecia calla muchas cosas que siente y eso hace que pierda mucho en el intento, pero ¿Por qué decide callar? ¿Será que sus motivos no son suficientes para luchar? [...] "La cura existe, si al principio hubo herida" Borrador(faltas de ortografía) C...