Hiro, un chico supuestamente quirkless sufre el desprecio de la sociedad por su supuesta falta de poderes, y luego su mundo se derrumba al perderlo todo. Culpa al sistema de héroes y sus leyes por su pérdida, jura vengarse y reformar la sociedad ent...
Aquí una foto del bastón aturdidor que se menciona más adelante
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Los mercenarios entraron en las instalaciones del colegio en plena mañana, disfrazados y mezclados con el resto de la marea de estudiantes. Su interferencia en los sistemas de seguridad de la U.A les permitió duplicar pases para ingresar a la institución sin disparar los sistemas de alarma. Ambos iban con trajes de combate de tela inteligente, aunque con diseño del uniforme de la U.A, solo se diferenciaban del resto es que llevaban guantes negros que parecían de cuero, además unos brazaletes proyectores de escudo de energía limitada y algo de menor resistencia. A nivel facial, Hiro pinto su cabello haciéndolo ver como un castaño claro, además llevaba una máscara de color neutro de aspecto sencillo y poco llamativo que tapaba su boca, y colocaba unos cristales transparentes sobre sus ojos (donde tenía lentes de contacto para hacerlos ver color cafe), y llegaba hasta su cabello desde donde hacía parecer tenía dos cuernos pequeños que apenas sobresalían de su pelo. Mustard por su parte había colocado su cabello de color negro, usando lentes normales, y una simple máscara metalica para tapar su nariz y su boca con un aspecto también sencillo, color gris mate.
Hiro determinó que la mejor forma de pasar desapercibidos en una escuela de sujetos excéntricos, era ser solo ligeramente llamativo, lo suficiente para ser parte de entorno pero no para llamar la atención de nadie o ser digno de recordar. Y hasta ahora estaba funcionando. Además de las capacidades de pelea de sus trajes y la I.A instalada en sus máscaras y lentes, llevaban dentro de la manga de sus chaquetas, un bastón aturdidor extensible, con el cual poder defenderse rápidamente y neutralizar a cualquier imprevisto, además llevaban en la muñeca relojes de aspecto sencillo que contaban con el sistema de aturdimiento sónico que les proporcionó Haward aquella noche en el Hotel Obelisco. Hasta ahora todo iba bien, excepto por el hecho de que EraserHead se estaba tardando una eternidad en llevar los malditos papeles al director. Estaban en la segunda hora de descanso del día y en cada oportunidad que los estudiantes iban a clase, Hiro y Ayato debían esconderse en un baño para evadir profesores en el pasillo. Por suerte las cámaras al estar intervenidas permitía a los mercenarios esquivar fácilmente a cualquiera que estuviera por ahí.
Finalmente luego de un tiempo de espera que parecía infinito las cámaras mostraron a Hiro que el pro héroe se dirigía a la oficina del Director con una carpeta debajo del brazo. El pasillo aún estaba algo concurrido pero pronto sonaría el timbre de regreso al salón de clases, así que Hiro le hizo señas para empezar su camino. El plan era ir al baño en el mismo piso de la oficina del director y esperarían adentro a que sonara la campana de clases. Una vez los alumnos hayan regresado a sus salones junto a los profesores irían a la oficina del director, neutralizarian al pequeño profesor con aspecto de peluche y tomarían los papeles. Si EraserHead se encontraba en el sitio también se iban a deshacer de él.
Ayato le comentó suavemente a su colega -Por fin, ya estaba empezando a aburrirme.
-Y yo a ponerme ansioso. Ya le he dado la señal al aeroplano para que se mantenga cerca, el sistema de camuflaje óptico al parecer está funcionando bien. Recuerda, obtenemos los papeles y subimos a la azotea y nos vamos.
