Isaza llevó a la pequeña hasta la tienda donde le había señalado. Caminaron entre la ropa por un rato hasta llegar a la sección de niños.
- ¿Mira, no te gusta este vestido? - le preguntó Isaza a la pequeña que observaba un mueble de playeras.
-Es muy bonito - dijo tomándolo para verlo mejor, pero al ver el precio simplemente lo dejo a un lado - pero hace mucho frío, mejor solo compremos un par de pantalones y unas playeras blancas - dijo jalándole de la mano hacia donde las había visto.
- ¿Estas segura? - terminó sosteniendo una de las playeras como inspeccionándola.
-Siempre son una buena opción - dijo estirándola como si la trajera puesta.
-Tiene razón, ya después le iré comprando para que se haga de más ropa - le acaricio el cabello.
Ambos caminaron un par de minutos más para terminar de comprar lo necesario, y fueron a la caja a pagar por todo. Al salir Isabel se veía notoriamente decaída, estaba pálida y apenas tenía fuerza.
- ¿Amor, estás bien? Te falta color - le dijo Isaza arrodillándose y raspando su mejilla con la mano.
- Si papi, estoy... - el sonido de su estómago le interrumpió.
- Tienes hambre - dedujo - ¿Quieres una pizza? - le preguntó, pero la pequeña negó en seguida.
-Mejor vayamos a casa y comemos algo ahí – propuso.
-No hay mucho que comer en la casa... - empezó a decir antes de que Isabel lo interrumpiera.
-Lo que haya está bien - se apresuró a decir.
Isaza entendió en ese momento el comportamiento de su hija. – No mi niña, ven acá - la abrazo y la pequeña se colgó de su cuello correspondiéndole - No tienes que hacer esto, tú no tienes la culpa de nada, y si papi tiene que buscar un empleo, lo encontrará, pero tú no debes sentirte limitada de nada, ¿sí? - la tomó de los hombros y la vio conteniéndose el llanto con los ojos cristalinos - me prometes que ya no te vas a preocupar por temas de dinero? - dijo mirándole fijamente y la pequeña asintió con la cabeza, pero entre su gabardina escondió sus dedos cruzados - bien, mira, vayamos a comer una pizza, y regresaremos a casa, y ya mañana vamos al súper a comprar comida, te parece? - la pequeña quería negarse de nuevo pero otro rugido sonó desde su estómago, aún no muy convencida acepto la oferta, tomó la mano de su padre y juntos fueron a comer.
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La hija de Isaza
FanfictionPapi... Somos un equipo. Cuando Isaza dijo que 11 besos era una canción de cuna no deje de pensar en que pasaría si tuviera una hija, esta historia pasa en un futuro distante y alternativo.