Isaza se dio una ducha. "Qué día tan más extraño había sido este" pensaba mientras se enjabonaba el pelo. Se tiro en el sofá y empezó a tocar acordes al azar en su guitarra. El sonido de alguien tocando la puerta lo saco de sus pensamientos.
-Y ahora quién será? - bufó tirando la cabeza hacia atrás.
- Oiga Joven Juan Pablo abra la puerta ahora mismo - sonó la voz de su vecina.
Isaza cerró los ojos con fuerza y se paró de mala gana a abrirle la puerta. - Señora Castillo fueron solo dos acordes. Le prometo que no volveré a tocar guitarra en la ... - la imagen que tenía enfrente no le dejó terminar la frase.
-Dejar a su hija afuera, desvergonzado - dijo la señora dándose la vuelta indignada para entrar a su departamento dejando a la niña frente a él.
-No sé qué le dijo, pero ella no es mi - la señora dio un portazo indignada - hija - soltó rodando los ojos.
-Mira niña. No sé qué estás haciendo aquí, pero ya debes irte. - dijo señalando el pasillo.
-Isabel. Mucho gusto - dijo la pequeña estirándole la mano.
-Si si si. Mucho gusto, ahora debes irte - Isaza la volteo hacia el pasillo.
-Creo que no nos han presentado - se volteó de nuevo para poder verlo de frente.
-No, no hemos tenido el gusto, pero es hora de que te vayas - Isaza señaló con la mirada de nuevo el pasillo.
-Yo soy Isabel - insistió la pequeña.
-Si eso ya lo dijiste - se quejó Isaza.
-Y tú te llamas Juan Pablo - el mayor arqueo la ceja.
-Si así es. Y de nuevo. Ya es hora de que te vayas - se agachó a mirarla a los ojos.
-No me vas preguntas como es que se eso? - le cuestionó la pequeña apretando los labios al final.
Isaza soltó un suspiro y le tomó de los hombros - mi nombre no es un secreto - la pequeña le miro con un poco de enojo en la cara ante la indiferencia del mayor - bien... ¿cómo lo sabes? - terminó alzando una ceja.
-Porque soy tu hija - abrió los ojos como señal de que no estaba mintiendo. Isaza se quedó mirándola fijamente unos segundos.
-Imposible - Dijo levantándose - simplemente imposible. Si lo que quieres es dinero, lo siento no tengo nada, dime quién te mando, ¿para quién trabajas? - terminó revolviéndose el pelo.
- ¿Para quién trabajo? - repitió la pequeña sin entender - papi soy yo - le intentó tomar del brazo, pero Isaza lo levantó para evitarlo. Con esto la pequeña contuvo el aire y se fue por el pasillo. Isaza solo la miro alejarse. En su interior no quería dejarla ir, era de noche y no sabía a dónde iría, ¿pero y si era una trampa? ¿Y si no era más que una estrategia? Solo cerró la puerta y se fue a dormir. La culpa y preocupación lo invadieron esa noche. No pudo dormir.

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La hija de Isaza
FanfictionPapi... Somos un equipo. Cuando Isaza dijo que 11 besos era una canción de cuna no deje de pensar en que pasaría si tuviera una hija, esta historia pasa en un futuro distante y alternativo.