-Lo siento, está bien que usted sea el padre biológico pero las condiciones de vida no son las óptimas para ningún niño, mucho menos de la edad de Isabel - dijo la señora firmando los papeles de la visita.
-En serio, le aseguro que en poco tiempo tendrá una habitación y todo aquí estará completamente adaptado - intentaba explicarse Isaza.
-Señor Juan Pablo, la decisión será evaluada esta tarde por el Juez, le recomiendo que busque un buen defensor si no quiere despedirse de su hija - aconsejo la mujer.
Isaza se golpeó la frente con la palma y soltó un suspiro, la felicidad y esperanza que tenía el día de ayer se fueron al carajo en un minuto, ahora sólo sentía un dolor interno de pensar que su pequeña acabaría en manos de esos estúpidos que se atrevieron a hacerle daño. Se lleno de rabia e impotencia sabiendo que si el juez tomaba una mala decisión no podría hacer nada, y tendría que vivir con la culpa de que, gracias a su inestabilidad económica, la vida de su hija sería miserable.
Golpeó con fuerza la pared cuando la mujer abandonó el edificio. Lo último que necesitaba era que usaran esta frustración acumulada en su contra.
-No, no, no. Esto no se va a quedar así. Mi bebé va a venirse conmigo, se lo prometí y no le voy a fallar, debe de haber algo que pueda hacer - dijo regañándose a sí mismo mientras habría la computadora para buscar algo que pudiera ayudarle.
Pasó un par de horas entre páginas y páginas de internet, y lo único que lograba era desanimarse, lo único que tenía a su favor era la opinión de Isabel. Estaba rendido revisando por última vez una página cuando entró una llamada.
-Hey perro, ¿Qué pasó? ¿Como va? - era Villa.
-Qué le digo, estoy perdido. No tengo nada. La mujer que vino a ver la casa me dio luz roja en todos los aspectos y para acabarla de joder no tengo nada que no sea la palabra de Isabel para probar que soy su padre.
-Ush. Eso está severo, ¿qué no tiene pasaporte o una vaina así?
-No creo, pero igual y si consigo una copia de su acta...
-He perro, estoy en el centro, déjeme ver si encuentro algo que pueda servirle.
-¿Qué? ¿De qué habla Villaco?
-Pues de esas máquinas que pusieron para imprimir actas provisionales. Las que parecen cajeros combinados con robots droides.
-¿Qué? ¿Eso existe?
-¡Se las enseñe el otro días! ¡Gracias por ignorarme! - dijo dramático.
-Perdone, pero es que luego ando en las nubes.
-Si se nota. Bueno déjeme ir a ver dónde están los cajeros saigbords y váyame mandando la información.
-Mil gracias Villaco, en serio le debo una.
-Ya no se preocupe. Verá que las cosas pronto se resuelven.
-Si, eso espero.
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La hija de Isaza
FanficPapi... Somos un equipo. Cuando Isaza dijo que 11 besos era una canción de cuna no deje de pensar en que pasaría si tuviera una hija, esta historia pasa en un futuro distante y alternativo.