O (OBSEQUIOS Y TARJETAS HURTADAS)

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Simón e Isaza se encontraron en una plaza para poder ir a comprar un par de muebles.

-Entonces mi perro, ya llevamos la cama, los burós y la chimba de la ropa - dijo apuntando hacía el camión donde un par de hombres terminaban de acomodar las cosas.

-Si, solo acompáñeme a comprar un par de cobijas y alguna lámpara - le respondió.

-Eso no hará falta. Nathalia al rescate - decía la pelirroja llegando a donde ellos arrastrando un carrito con no solo cobijas sino bastantes decoraciones.

-Baby, eres la mejor tía de la galaxia - le dijo Simón abrazándola.

-Nath, usted sabe que no puedo aceptarle todo esto - le dijo y terminó saludándole.

-Oh, claro que puede, porque si no me sentiré muy indignada, además, lo pague con la tarjeta de Simón - lo señalo y él la miró extrañado, sacó su cartera para rectificar lo antes dicho mientras Nath le estiraba la tarjeta entre dos dedos.

-¿En qué momento? - le dijo arrebatándole la tarjeta.

-Como si no tuvieras el sueño pesado - se burló y fue hasta el camión para que los muchachos le ayudaran a subir las cosas.

-Se lo voy a pagar - le dijo Isaza detrás suyo.

-No hace falta, es nuestra sobrina, ella no tiene que pagar por qué está pasando - dijo sonriéndole, y notó como esas palabras le afectaron al más alto - ya vendrán tiempos mejores - intentó animarlo, pero sabía que la había cagado.

-Si... - dijo desanimado y se sentó a la orilla de la baqueta, le llegó un mensaje que terminaría de desmoronar el ánimo que aún tenía

¿No quiere pasar a comer algo? Tengo un problemilla y necesito algo más de tiempo
-Villaco

El mayor no respondió, solo se quedó ahí sentado conteniendo el llanto mientras sus amigos le consolaban. Le quitarían a Isabel, no había duda. Se sentía devastado, triste y completamente insuficiente. Su teléfono sonó de nuevo, sin ánimo de nada lo reviso, pero sonrío al ver la foto que Martín me había mandado.

-¿Esta bien perro? - le preguntó Simón.
-Si - le enseño la foto.

-Perdón por lo le dije antes - se disculpó Nath.

-No, tiene razón. Saldré de esta... saldremos de esta - se levantó y se acomodó el sombrero - Sera mejor que me vaya, creo que Villa tuvo un problema - dijo guardando el celular.
-Lo acompañamos - dijeron los dos después de mirarse un par de segundos.
-No es necesario - dijo para no molestarles.

-Estamos hablando de un problema que Villa causó, tenemos que ver eso - dijo tratando de animarle.

Sin decir nada más se fueron hasta el departamento.

La hija de IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora