I (INTRIGAS Y DESAPARICIONES)

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Isaza soñaba con una pelea con los tíos de Isabel, nunca antes había hablado dormido, pero hay una primera vez para todo, sintió todo tan real - déjame - gritó imaginando que el hombre intentaba tomarle por el hombro, él terminó tratando de darle un puñetazo.

-Ya Juan, dame a La Niña y te déjate en paz - decía el hombre en su sueño esta vez con la mano sobre su hombro.

-No - gritó aventando la mano sintiendo como el hombre le seguía por detrás.

-Hey hermano, regresa, será mejor que me la des por las buenas - el hombre no se movía, pero se sentía como si fuera detrás de él

-¡Aléjate! ¡Y no me llame así! - se quejó y se volteó a correr hacia él, sus piernas corrían y corrían y no podían alcanzar al hombre que yacía estático con una sonrisa burlona en la cara.

-Sabes bien cómo terminará esto, no lo hagas más difícil - terminó lanzándole una foto donde se veían a Martín e Isabel pintando ropa en el suelo.

-¡Lárgate infeliz! ¡Vete a la puta mierda! - le lanzó la foto de regreso con gran furia, el hombre solo se dio la vuelta y salió por una puerta que Juan sabía no estaba ahí hace un momento. Intento desesperadamente abrirla y se despertó alterado escuchando una puerta forzándose - Isabel, ¿eres tú? - dijo paranoico e intentando ponerse de pie, sentía la rabia que aún le corría por las venas aún sin recordar realmente lo que estaba soñando, con trabajo llegó a la estancia, se aseguró de que la puerta estuviera bien cerrada y fue hacia la habitación de su hija, notó la puerta abierta, y se extrañó, desde que se duerme allí no la había dejado así, entró y subió uno de los escalones para encontrarse con la cama vacía, removió las cobijas esperando encontrarla escondida entre ellas - Isa, ¿estas aquí? - decía intentando no sonar preocupado, pero al final entró en una crisis de histeria pura - Isa! Isabel, bebe, ¿dónde estás? - dijo saliendo de la habitación - ¡Princesa! Hermosa ¿dónde estás? - su histeria se convirtió en pánico, su sueño regresó a él como un golpe, y ¿si había sido una señal? Y ¿si se la habían llevado? No quería pensar en eso. Recordó a Martín, tomó el teléfono, lo llamó y la llamada fue desviada. Decidió revisar bien la casa antes de alarmar a alguien más, volvió al cuarto, quitó cobija por cobija, revisó bajo el colchón y dentro del armario, detrás de los muebles y siguió en las mismas, después escuchó su teléfono sonar, era Martin.

- Perro son las dos de la mañana, estaba ocupado, espero que sea algo... - Fue interrumpido.

-Isabel desapareció - dijo casi en un hilo de voz.

-Vamos para allá - respondió colgando el teléfono.

A Isaza la histeria le presionaba el pecho como si quisiera asfixiarlo, buscó en la sala, y cocina con el mismo ímpetu que en la habitación, la casa estaba totalmente tirada, todo estaba en el suelo, Estaba a punto de llamar a la policía cuando golpearon a la puerta, fue a abrir, Martín, Laura, Villa y Simón estaban ahí parados - ¿Qué pasó aquí? ¿Quién hizo esto? - preguntó Villa haciendo a Isaza a un lado señalando el desorden, a lo que él solo se sentó en el sofá con las manos en la cabeza.

-¿Entraron a la fuerza? - Laura se sentó junto a él.

-No... no lo sé, escuché la puerta, no había nadie, ella no estaba... tuve un sueño y yo... no lo sé... - ahora Simón le sobaba la espalda - mi pequeña - se quebró y cayó en llanto.

-Oiga, ¿usted abrió la ventana? - Dijo Villa sacándole de sus pensamientos.

-¿Qué? - fue lo único que atinó a decir.

-La ventana, no tiene el seguro - Villa la abrió y se asomó - Carajo, ¿esto no lo traía el peluche que le regalaron, perro? - está vez se dirigió a Simón que reconoció la bufanda miniatura que Villa sostenía en la mano.

-¿Dónde estaba eso? - Dijo Isaza yendo a donde su amigo.

-Aquí atorado de las escaleras - dijo señalando un tornillo mal ajustado.

-¿Creen que ella se haya escapado? - dijo Martín a sus espaldas.

-No lo creo, quizá ella so... - empezó Simón.

-Sus tíos - interrumpió Isaza.

-¿Qué tienen que ver? - Cuestiono Villa.

-Soñé con uno de ellos, quería que se la entregara - dijo Isaza aferrándose a la cortina.

-Entonces ¿cree que fueron ellos? ¿No es demasiado apresurado? - interfirió el de gafas intentando encontrar alguna otra pista.

-Tiene razón, quizá no deberíamos culpar a nadie sin tener pruebas- Laura terminó junto a Martín.

-Repito, ¿y si se escapó? - Martín se tiro en el sofá Y todos le miraron - de vivir con Isa yo también lo haría - intentó animar el ambiente recibiendo sólo una mirada fulminante del más alto - entiendo, mal momento... - hubo una pausa - ¿y si salimos a buscarla? - intentó remediar su error.

-No perdemos nada - animó Villa.

Isaza soltó un suspiro y tomó su abrigo - Sigo creyendo que fueron ellos - bufó abriendo la puerta.

La hija de IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora