C (CONFIRMACIONES Y APELACIONES)

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Una oficial se encargó de recoger a la niña - ¿Isabel Isaza? - dijo leyendo un papel en voz alta, mirando para encontrar con la mirada a la menor.

-Soy yo- dijo mientras corría hacia la mujer.

-Venga, le llevaré conmigo - dijo tomándole la mano.

-Vino papi por mí? - le preguntó a la mujer.

-Los Rodríguez le esperan afuera - dijo la mujer sin mirarle.

-¿Qué? - paró en seco y la mujer se volteó a mirarla viendo cómo intentaba zafarse del agarre – No, no, no, no me lleve con ellos, yo quiero ir con mi papá, yo quiero ir con él, por favor no me lleve con mi tío. - la voz se le cortaba con cada palabra. Entre sus jaloneos el pijama que aún llevaba puesta dejó ver sus tobillos, la oficial notó la herida que había mencionado Isaza en el juicio, lo pensó un segundo, pero al final se arrodilló y tomó a la pequeña de los hombros.

-Esa herida en el tobillo... ¿quien la hizo? - preguntó sería.

La pequeña quedó en silencio.

-Acompáñame - dijo seca - iremos con el juez no te preocupes - terminó intentando calmarle.

Isabel creía que era una trampa para poder llevarle con sus tíos, pero estaba demasiado triste para resistirse, así que decidió cooperar.

Al final no fue una trampa, salieron por la puerta trasera y llegaron a donde el juez; La oficial le explicó los descubrimientos, el juez se acercó a la pequeña - así que... ¿Isabel? - ella asintió con la cabeza - ¿tú con quien prefieres quedarte?

-Con papá- dijo rápidamente.

-Y la herida que tienes... la hizo el? - ella negó rotundamente - ¿quién entonces ? - siguió sin responder - si no me lo dices no podemos ayudarte - dijo un poco más calmado el juez.

-Mi tío lo hizo - dijo con la miraba baja.

-Estás segura de lo que estás diciendo? - cuestiono el juez.

-No le va a decir que le dije, ¿verdad? ¡Se enojaría y volvería a hacerlo! - se alteró Isabel.

-No se le dirá nada. - le puso la mano en la cabeza - esto es un caso mucho más complejo de lo que imaginamos - se puso de pie - qué regrese al instituto - ordenó el juez.

-Por favor, por favor no, déjeme ir con papá, se lo pido, señor don juez, no me aleje de mi padre - dijo jalándole la bata con los ojos suplicantes.

-El juez miró a la pequeña y luego soltó un suspiro - informen a los Rodríguez que La Niña se quedará con el Señor Isaza hasta nuevo aviso.

-Enseguida su señoría - dijo la oficial.

-Y de paso lleve a la menor con su padre - el juez no quiso admitirlo, pero tenía una leve sonrisa al ver la que tenía Isabel dibujada en el rostro con sus palabras.

-Como guste - la oficial tampoco pudo disimular su sonrisa. Tomó el radio y llamó una unidad para que les recogiera y otra que fuese a notificar a los Rodríguez que seguían esperando fuera del instituto.

La hija de IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora