Pasaron los días, las cosas iban bien, ascendieron a Isaza de puesto en el trabajo, esto ayudó para poder empezar a pagar las deudas. Isabel había entrado a la escuela, entre todos se turnaban para cuidarla, o más bien se peleaban, la pequeña se había ganado sus corazones desde el primer instante, y ninguno dudaría en protegerla de cualquier cosa. El día del juicio estaba cerca. Las semanas pasaban. Todo parecía estar de maravilla. Isaza disfrutaba cada segundo que podía pasar con su niña.
A veces la llevaba al trabajo para que viera que es lo que hacía. Otros días simplemente veían películas y jugaban videojuegos mientras comían pizza en un día lluvioso. Cada uno de esos recuerdos estaban atesorándose en el corazón de Isabel, pero sin duda uno de sus recuerdos favoritos fue la fiesta sorpresa que le organizó su padre en su cumpleaños. Fue justo el primer día de escuela, había tenido un pésimo día, no logro hacer amigos ya que todos los niños ya tenían sus grupos formados, estaba desanimada, no tenía ganas de nada, ese día la recogieron Simón y Martín, que la mantuvieron distraída hasta que todo estuvo listo.
-Isabel, te tenemos un regalo porque sabemos que es tu cumpleaños - le dijeron los hermanos mientras iban en el auto camino a la casa del más alto.
-Gracias tíos, pero no hace falta - intentó sonar animada pero ciertamente no lo logró.
-Vamos anímese, si me regala una sonrisa le dejare hacerme trenzas en todo el cabello - ofreció Martín dándole la mano. De imaginárselo con el cabello todo trenzado soltó una risa y con eso cerró el trato, el resto del camino Isabel le fue haciendo trenzas a Martín, mientras Simón se burlaba de vez en cuando - Está celoso porque a usted no le pueden hacer trenzas - se defendió rascándole la cabeza a Simón.
-No te preocupes Tío Simón, te puedo regalar una de mis trenzas - le dijo Isabel buscando algo entre su mochila.
-Oíste eso Marto? Ella le va a regalar a su Tío favorito una de sus trenzas - le dijo victorioso Simón.
-Aquí tienes - le dijo estirándole un mechón trenzado y ambos hermanos abrieron los ojos como platos, Simón detuvo el auto y ambos miraron al asiento trasero donde estaba Isabel que sostenía la trenza de un lado y unas tijeras del otro - ¿Qué? - dijo al ver sus caras de angustia y preocupación.
-Isaza va a matarnos - dijo Simón riéndose de nerviosismo.
-Corrección, Isaza va a matarrrrrrlo - se excusó Martín.
Simón tomó mucho aire.
Técnicamente estaba en lo correcto.
Llegaron por fin. Simón traía la trenza pegada a la cabeza con un trozo de cinta - Simón que es eso que trae pega... ustedes que se traen con el cabello de mi niña!? - dijo Isaza indignado y cargándola en sus brazos.
-El tío Simón quería una trenza- dijo Isabel explicando la situación.
-Si... si, ya lo noté - se volteo a mirar a Simón que cómicamente lo ignoro -Como sea... ya te llevaré a emparejar el pelo - le dijo alborotándole el cabello mientras ambos reían - Pero ahora... tenemos una sorpresa para ti - abrieron la puerta y los ojos de la pequeña se iluminaron, todo estaba decorado con globos y carteles. Había serpentinas por todas partes y muchos dulces y pastel. Isaza la bajo para que pudiera ver todo más de cerca, se volteó y vio a su padre con un regalo - Feliz cumpleaños hija - dijo ganándose un abrazo de la pequeña.-Gracias, gracias, gracias, gracias... es hermoso todo... no tenían que hacerlo, mamá nunca me hizo una fiesta... - decía colgada de su cuello - son los mejores - dijo mirando por sobre el hombro a todos - eres el mejor - volvió a abrazar a su padre.
Después de ese emotivo momento todo fue risas y diversión. Simplemente uno de los mejores días de su vida.
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La hija de Isaza
FanficPapi... Somos un equipo. Cuando Isaza dijo que 11 besos era una canción de cuna no deje de pensar en que pasaría si tuviera una hija, esta historia pasa en un futuro distante y alternativo.