"Every rose has its thorn" (COMPLETA)

Capítulo 8: "Even with my dark side"

Llegamos de la piscina a la casa, Spencer y yo reíamos porque habíamos sido las mejores en la competencia, aunque ella era la clara ganadora. Lucas iba un poco más adelante, hablando con Sam hasta que entramos todos al living de la casa.

Una vez acá me enteré que, por disposición de la casa, había dos grandes habitaciones con muchas camas. Una sería de las chicas y otra para los chicos. Era como un jodido "Camp Rock", pero mejor.

- Ten- Dice Santana, arrojándome ropa. Estábamos en la habitación que habían dejado solo para chicas, mientras yo arreglaba una cama que nos habían asignado con Lucas.

- ¿Tu ropa? -Dije mirándola algo confundida.

- Te congelaras si te poner tus shorts -sonrió y caminó en dirección al baño. Santana me había dejado unos jeans y una polera simple de color palo rosa.

- Ten- Dijo Spencer, dejando un chaleco con botones sobre mi cama- Créenos, necesitaras abrigarte, chica- Sonrió.

- Claro- sonreí.

- Hay dos baños abajo de todas formas- Sonrió Brittany.

- Claro, no traje toallas... - Las miré.

- Háblale a Sam, él debía ver eso -Dijo la rubia, negando con la cabeza.

- Él debía informarte de todo, de hecho -Dijo Mercedes- La idea era que tú pudieras ver las cosas tuyas y de tu hijo -Dijo y yo reí encogiéndome de hombros.

- Lo iré a buscar... -Dije asintiendo, tomando la ropa de la cama.

Lucas ya estaba bañado y arreglado, fue lo primero que hice al entrar a la casa. Ahora estaban en el living con Barba, viendo una película. Con Rachel comentamos que, con toda la fe, esperamos que los chicos se duerman pronto después de comer.

Sostuve mis cosas y atravesé el pasillo, caminando hacia la habitación de chicos, donde golpeé la puerta, esperando que alguien abriera.

- Quinn- Sonrió Puck, abriendo la puerta solo en bóxer. Una imagen que no necesitaba tener en mi mente.

- Puck...- Dije algo nerviosa y miré hacia dentro, lo cual fue mala idea porque solo pude distinguir torsos de hombres y aroma a testosterona.

- ¿Quieres entrar? Se ve mejor desde cerca... -Dijo con tono sexy. El tipo estaba enamorado de Mercedes, eso me aseguró Spencer, pero tiene este... "sentido del humor" donde juega a ser el gran conquistador. Era molesto, pero aprendería a manejarlo.

- Idiota – Dije rodando los ojos, mirándolo después- ¿Llamas a Sam?

- Claro- Sonrió y giró mirando hacia el interior de la habitación- Ken, tu Barbie te llama... -Dijo y se escucharon varias risas. Así nos habían apodado.

- Voy...- Dijo Sam y tras unos segundos apareció solo con una toalla en la cintura. Puck se alejó, Sam salió de la habitación y cerró la puerta, mirándome. El chico claramente había salido recientemente de la ducha. Su cabello goteaba y lo tenía en la frente, no tan peinado como solía llevarlo. Si bien ya lo había visto sin camiseta y en traje de baños, esta imagen nueva me sorprendió, sobre todo porque se movía con mucha seguridad y confianza. Sam Evans se veía realmente sexy- ¿Qué ocurre?

- N... necesito una toalla- Dije algo nerviosa, apretando mi ropa contra mi pecho. Bajé la vista hacia su entre pierna y negué con mi cabeza, moviendo mi vista hacia otro lado. Definitivamente no estaba siendo disimulada.