"Every rose has its thorn" (COMPLETA)

Capítulo 5: "You'r not!"

-          .... Y luego me aplaudieron, por haber anotado los puntos faltantes y luego la profesora nos llevó al salón de vuelta y dijo que mi último trabajo manual había quedado genial- Sonrió Lucas.

-          Eso es genial, felicitaciones amor- Sonreí.

-          Dijeron que habría reunión de apoderados la próxima semana.

-          Claro, ahí estaré- Sonreí.

-          Y, ¿con quién me quedaré? -Me miró.

-          Quizás... Spencer y Mike- Sonreí- Podemos hablar con ellos

-          O Sam... -Dijo mi hijo. Lo miré dejando de comer. Estábamos desayunando en nuestra casa los dos juntos.

-          ¿Sam? -Lo miré- ¿él te agrada mucho?

-          Es muy simpático... Sus clases también son muy entretenidas, aunque sólo va una vez a la semana -Dijo y suspiró- me trata mucho mejor que...

-          No -Lo interrumpí. No eran en nada parecido. Él bajo la vista, mirando su cereal y pude notar que iba a llorar- ¿Extrañas a James?

-          No- Negó con la cabeza- él te hacía daño, mami... yo no quiero ver más cicatrices... -murmuró mirándome con sus ojos brillantes.

-          Lucas...- murmuré levantándome para acercarme a él y abrazarlo- Mi amor, nada nos pasará, estamos juntos acá y nada nos pasará, nadie nos hará daño, ¿Sí? -Lo miré con algunas lágrimas en mis ojos. Él asintió mirándome y me volvió a abrazar.

-          Quinn- Escuché que decían mi nombre desde una voz familiar, mientras golpeaban la puerta. Me separé de mi hijo y pasé una mano por mi cabello.

-          Voy- Dije rápidamente, secándome las lágrimas de los ojos. Miré a Lucas- Desayuna, hijo- Le sonreí y atravesé la cocina hasta llegar a la puerta principal, abriéndola- hola, Sam, buenos días.

-          Buen día, Quinn- Sonrió. El chico traía unos jeans negros ajustados, zapatillas bajas y una polera color azul marino de mangas cortas y cuello redondo que, si bien no era apretada, dejaba ver su marcado y tonificado cuerpo.

-          Estoy en pijama- Sonreí mostrándole mis pantalones largos con ositos y una polera de tirantes blanca.

-          Un muy maduro pijama para una chica de 28 años.

-          ¿Y eso desde cuando es tu problema? - Lo miré seria.

-          Es solo un chiste -Dijo sacando su lengua, acercándose para besar mi mejilla como saludarme y entró en mi casa.

-          Oh, muy maduro... -dije con ironía, riendo, cerrando la puerta.

-          ¿Tienen planes para hoy?

-          Pues...

-          ¡Sam! -Corrió Lucas a saludarlo.

-          ¿Cómo estas, pequeño monstro rubio? -Sonrió y le desordenó el cabello.

-          ¿Qué haces acá? -Dijo Lucas, mirándolo.

-          He venido a invitarlos- Sonrió y cargó a Lucas en brazos. Me miró- Rachel es socia en un club de piscinas de la ciudad e iremos todos juntos, y como Rachel llevará a Barbra, me ha dicho que vayan ustedes, así los chicos se distraen y nosotros pasamos un buen momento- Sonrió.

-          Eso sería...

-          No- Dije interrumpiendo a Lucas- Gracias, de verdad que sí, pero Lucas debe hacer tareas y yo debo prepara mis clases para tu Club Glee.