Llegué a casa y me di una ducha. Tomé la ropa que le gustaba, esos pantalones negros, una blusa de los colores que él me permitía usar y los zapatos de tacón negro que me hacían joder los pies cada vez que me los ponía... James Holloway está por llegar y si no está todo como él quiere, esta casa se destruirá, y necesito que todo vaya bien para no despertar sospechas cuando nos vayamos...- Lucy- asiente cuando entra a la cocina... odiaba ese nombre, pero él odiaba Quinn, así que acepte no usarlo con tal de que no me levantará la mano cada vez que me hablara...
- James- sonreí con la vista baja.
- ¿Dónde está Lucas? -Dice calmado. Quizás hoy sería un buen día.
- Fue a casa de Steve, me preguntó si podía dormir con él y no creo que sea malo...-susurré.
- Lo es- Me miró serio, cambiando su expresión por completo- te he dicho que las cosas relacionadas con Lucas, debes consultarlas conmigo...
- Pero...- Susurré- él quería ir con Steve y...
- ¿Quería? -Gritó algo alterado, lo miré con miedo y suspiró- no importa lo que quiera, porque siempre mandaré yo, ¿Esta entendido?
- Soy su madre, James... -murmuré mirándolo, tratando de no llorar.
- ¡HICE UNA PREGUNTA! -Gritó esta vez... -se molestó mucho, cometí un error.
- No...- Susurré.
- ¿Qué? -Me miró y pude ver como la ira se apoderaba de él.
En cosa de segundos, me tomó del brazo y me arrastro por las escaleras, subiendo hasta el segundo piso. No me dejó mantenerme en pie, por lo que cada paso que él daba, era un golpe de un escalón contra alguna parte de mi cuerpo, que ya escondía moretones en todas partes.
Él estaba poseído por la ira, no me miraba y yo trataba de mantener la cabeza en alto para que mi cabeza no se golpeara contra nada.
- Suéltame, James, por favor...- Gritaba entre quejidos y por los golpes de las escaleras, las lágrimas inundaban mis ojos.
- ¡Cállate! -Gritó y me levantó del brazo, arrojándome sobre la cama. Lo miré con miedo y con lágrimas en mis ojos... no sabía que me haría esta vez. El miedo y el dolor no me dejaban pensar ni reaccionar. No podía contener mi mente y boca porque todo era demasiado abrumador.
- James... no me hagas nada...- Susurré con miedo, rogándole que se detuviera.
- Ven acá- Dijo quitándome la blusa de un tirón, lanzando los botones en cualquier parte del suelo de la habitación- ¡Levántate! - Ordenó y me senté con miedo, lágrimas y escalofríos, que atravesaban mi piel... ¿Abusaría de mí?
- James...
- ¡No! -Gritó y apretó la blusa entre sus puños, arrojándola después al suelo. Se deshizo de mis zapatos y luego de mis pantalones, dejándome solo en ropa interior.
- James, basta- Grité desesperada. Traté de levantarme, pero él me agarró los brazos y con una sola mano me volvió a dejar recostada en la cama. Tomó mis brazos con la misma mano y apretó mis muñecas, levanto mis brazos para dejarlos sobre mi cabeza. Apoyó su cuerpo sobre el mío y yo no sabía qué hacer, sólo sabía llorar. Se quitó la corbata de un tirón con su mano libre y la utilizó para amarrar mis muñecas.
- ¿Piensas que te daré placer? -Dijo y en su voz sólo escuchaba odio, mientras yo seguía llorando- estás equivocada, me das asco Lucy Fabray, mucho asco, no tienes idea cuanto asco me das- Dijo mirándome con repulsión y me sentí completamente desnuda frente a él... quería golpearlo y correr, quería alejarme de esa mierda...
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"Every rose has its thorn" (COMPLETA)
Hayran KurguLucy cambia su nombre a Quinn y escapa de Londres junto a su hijo, de una vida llena de violencia. Al llegar a Nashville descubre a su vecino Sam, quien le ayuda a encontrar un trabajo y volver a confiar en la gente, pero no siempre se puede escapar...