- Sam.
- Q... Quinn.
- ¿Ashley? -Dijo con sorpresa la voz de Spencer.
- ¿Qué mierda está pasando acá, Evans? -dijo Santana, avanzando hacia ellos dos, molesta, completamente enojada.
- ¿Santana?
- ¡La pobre chica creyó que estabas muerto y tú estabas revolcándote con esta! -dijo mi latina amiga, gritándole a Sam.
- ¿Qué? No es así, yo...
- ¡Vete a la mierda, Sam! -gritó Santana.
Yo los escuchaba, pero no los podía mirar, estaba caminando rápido, casi corriendo hasta mi casa, sacando mis llaves del bolsillo de mi chaleco, tratando de abrir mi puerta, temblando de nervios, sintiendo que mi corazón se saldría de mi cuerpo.
- Q... Quinn, espera -Dijo la voz de Spencer a mi espalda.
- Quiero estar sola -dije sin poder abrir la puerta, porque confundí la llave y no lograba encontrar la correcta.
- Quinn -Dijo su voz, haciendo que me quedara quieta, sé que se acercó a mí, pude sentirlo y apoyó su mano en mi muñeca con cuidado, con su delicadeza- Quinn, debes escucharme, por favor. Prometiste que confiarías en mí.
Cerré mis ojos sin apartar mi mano mientras con la otra buscaba cuál era mi llave. No quería hablar con él en este momento porque no entendía cómo había sido capaz de dejarme plantada por haberse ido con su ex, la amante de los canguros, la que lo abandonó cuando estaban comprometidos.
- Quinn, nada pasó entre Ashley y yo, pero tienes que dejarme explicar todo.
- Sam -murmuré girando, para que me mirara. Soltó mi mano cuando estuve de frente a él, abrí mi chaleco y él me miró de pies a cabeza- Yo estaba acá, lista para la cena contigo, la cena elegante que tú olvidaste por irte con tu ex.
- Quinn, no fue eso...-murmuró negando, apenado, triste. Avergonzado.
- Mentira, así fue -dije mirándolo, negando con mi cabeza- Yo te estaba esperando, estaba preocupada. Pensamos que te había pasado algo e iríamos a buscarte, porque no nos contestabas. Debes tener al menos unas 10 llamadas perdidas mías, Sam.
- Quinn, lo siento mucho, pero déjame explicarte las cosas. No quise dejarte así, amor... yo -su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas- Quinn, déjame explicarte todo.
- Él dice la verdad, entre nosotros no pasó nada -dijo una voz de mujer que no había escuchado hasta ahora. Era Ashley, que estaba en la entrada de mi casa.
Spencer estaba a mi lado, no se había movido de ahí. Ashley estaba a unos metros de nosotras y, sólo unos pasos detrás de ella estaba Santana, de brazos cruzados y la miraba como si quisiera matarla. Brittany y Mike estaban un poco más atrás, atentos en caso de cualquier cosa.
Ashley tenía ojos celestes brillantes. Su cabello rojo estaba excesivamente largo. Sus pecas en el rostro le daban una expresión dulce. La chica traía una falda suelta de tiro alto y una blusa de tirantes metida dentro, sobre sus hombros una manta, como si sus hombros tuvieran frío, pero no el suficiente para ponerse un chaleco. La chica era hermosa.
- Ashley, no te metas -Dijo Sam, sin dejar de mirarme. Sus ojos me rogaban que yo lo escuchara y le diera la oportunidad de explicarme qué mierda estaba pasando.
- Antes no decías lo mismo -dijo la voz de Santana.
- Eres a la que menos extrañé, ¿sabes? -dijo Ashley, mirando a Santana.
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"Every rose has its thorn" (COMPLETA)
Fiksi PenggemarLucy cambia su nombre a Quinn y escapa de Londres junto a su hijo, de una vida llena de violencia. Al llegar a Nashville descubre a su vecino Sam, quien le ayuda a encontrar un trabajo y volver a confiar en la gente, pero no siempre se puede escapar...