Las noches en las que Sam Evans se quedaba a dormir eran las mejores. Mis noches eran mejores, no tenía pesadillas, no despertaba asustada ni con miedo de abrir mis ojos y encontrarme a James a mi lado.
Sam no vivía con nosotros, pero si se quedaba casi todas las noches a dormir conmigo. Solíamos ver alguna película los tres juntos luego de cenar y, cuando Lucas se dormía, lo subía a su cama para quedarme con Sam un momento más, abrazados, conversando, disfrutándonos, haciendo lo que sea, pero juntos.
Los fines de semana no solíamos vernos durante el día. Yo salía con Lucas a algún lugar, mientras Sam iba a ayudar a la pastelería de su familia o salía con sus hermanos o simplemente se quedaba en su casa. Me gustaba esa independencia.
Yo salía a casa de Santana y Britt o a ver a Kitty o a mi familia. Disfrutaba los almuerzos con Jason y Lizzy, era genial.
En ocasiones también nos quedábamos en casa sin más, y ahí le enviaba algún mensaje a Sam o él a mí, diciéndonos que nos extrañábamos y volvíamos a vernos. Esto también era genial.
Aquel domingo estábamos solos Lucas y yo. Ya habíamos desayunado y ahora estábamos en el living, viendo una película juntos los dos cuando el timbre sonó. Lucas se levantó y corrió hacia la puerta mientras yo pausaba la película y miraba en dirección hacia el pasillo de la puerta de entrada.
- ¿Quién es? -dijo Lucas antes de abrir la puerta.
- Soy Sam, amigo -dijo su voz desde el otro lado. Sonreí levantándome y pasé una mano por mi cabello. Estiré mis shorts de mezclilla y arreglé mi polera blanca de mangas cortas que traía dentro del short. Mis chicos entraron por la puerta hacia el living y ambos me sonrieron ampliamente.
- Hey, Fabray -murmuró Sam, acercándose a mí, tomando mis caderas con sus manos, mirándome.
- Hey, Evans -murmuré sonriendo, abrazándolo por el cuello, mirando sus ojos, acercándome de a poco a sus labios hasta besarlo tiernamente. Él correspondió el beso, alargándolo un poco, acercándome a su cuerpo, haciéndome sonreír.
- Te extrañé -murmuró sobre mis labios.
- Y yo a ti -murmuré separándome del beso para mirar sus ojos sin soltarlo.
- Los vine a invitar -dijo Sam, rodeando mi cintura con sus manos, apoyándolas en mi espalda baja. Yo bajé mis manos para rodear su cintura y apoyé mi cabeza en su pecho, cerrando mis ojos un momento.
- ¿A dónde nos invitarás? -Dijo Lucas sonriendo, mirándonos.
- A un lugar muy especial. Iremos sólo los tres juntos -dijo Sam, besando mi cabeza sin soltarme. Disfrutaba mucho de esto.
- Me encanta la idea -dije asintiendo sin separarme- ¿Qué dices tú, hijo? -dije mirándolo.
- Iré por una chaqueta -Dijo mi hijo sonriendo ampliamente, caminando hacia la escalera.
- Yo debería ir por mi bolso -murmuré sin separarme.
- No lleves nada, sólo tú teléfono. No quiero separarme -dijo Sam, acercándose para volver a besar mi cabeza.
- Eres un cursi, Sam Evans -murmuré sonriendo divertida- está bien, no me voy a separar. Oye, ¿por qué no usaste tus llaves? -Dije mirándolo, apoyando mi mentón en su pecho.
- Porque se me quedaron en el auto -dijo mirándome a los ojos- tengo el auto cargado con el picnic y todo para hoy -dijo sonriendo y yo me quedé mirándolo enternecida- quería sorprenderte.
ESTÁS LEYENDO
"Every rose has its thorn" (COMPLETA)
FanfictionLucy cambia su nombre a Quinn y escapa de Londres junto a su hijo, de una vida llena de violencia. Al llegar a Nashville descubre a su vecino Sam, quien le ayuda a encontrar un trabajo y volver a confiar en la gente, pero no siempre se puede escapar...