Capítulo 34: "My thorns"

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Comencé a sentir un fuerte dolor de cabeza, mientras una luz sobre mis ojos me invitaba abrirlos. Mierda. El dolor de cabeza era bastante fuerte.

Abrí mis ojos de a poco y la luz blanca me segó. El sonido de una maquina a mi derecha y la presión en la mano me indicaban que estaba, probablemente, en un hospital.

Volví a abrir mis ojos, mirando de a poco mi cuerpo. Tenía unas mangueras conectadas a mi mano y mi cuerpo entero estaba cubierto por una manta de hospital. Miré mi otra mano que sentía una presión y acá estaba él, durmiendo. Tenía su mano sobre la mía y su cabeza apoyada en la cama, sentado en un piso junto a la camilla.

-          Eres el peor enfermero, Sam -murmuré sonriendo y, poniendo todo mi esfuerzo, apreté su mano, gesto que lo despertó de inmediato y me miró a los ojos, reglándome una sonrisa tierna- hey tú -murmuré sonriendo.

-          Hey tú -murmuró levantándose, tomando mi mano con cuidado y se acercó para dar un tierno beso en mi cabeza- mi amor, lo lamento tanto -murmuró sobre mi frente y yo cerré mis ojos. Sabía por qué lo lamentaba, pero me iba a costar mucho hacerle entender que nada de esto había sido su culpa.

-          ¿Mike está bien? -pregunté.

-          Está afuera, tiene que usar un cabestrillo unos días, pero la bala no dañó nada -dijo mirándome a los ojos sin soltar mi mano, mientras que con la otra arregló un mechón rebelde de mi cabello- Quinn, de verdad, lo lamento.

-          Yo agradezco que no hayas estado acá. Si te hacía algo a ti, jamás me lo habría perdonado -murmuré mirándolo a los ojos.

-          Debería haberte cuidado mejor.

-          Lo hiciste excelente, amor -murmuré negando con mi cabeza.

-          ¿Quieres que vaya por Lucas? -dijo Sam, mirándome- La sala de espera está llena, Q. Tus amigos, tu familia, todos están acá, incluso algunos estudiantes vinieron a verte también -dijo Sam, mirándome a los ojos.

-          Quiero ver a Lucas, pero ven -dije haciendo un gesto con mi cabeza, él se acercó como si entendiera lo que decía y besó mis labios tiernamente- te amo -murmuré sobre sus labios.

-          Y yo te amo a ti -murmuró suspirando. Se alejó y caminó hacia la puerta.

-          Sam -dije antes de que saliera. Se giró para verme- James... -murmuré sin saber cómo decirlo- él, yo le disparé, él...

-          Murió -dijo asintiendo con su cabeza y yo suspiré, como si un peso gigante hubiera liberado mi cuerpo completo, un peso que llevaba aguantando 8 años- La chica del 911 grabó toda la conversación, incluida la parte donde él confiesa todo. Nadie levantará cargos en contra tuya, amor. Eres viuda ahora. James Holloway se fue de nuestras vidas para siempre -dijo y me regaló una sonrisa, saliendo después de mi cuarto.

James Holloway se había ido al fin de la vida de mi hijo, de mi familia y de la mía. Al fin.

Entraron todos. Incluso Mike, a quien le estaré eternamente agradecida de haberme ayudado a sobrevivir a esa última noche. Mi mamá no dejaba de llorar, pero la mamá de Sam la consolaba junto con Jeff, quien había faltado a su trabajo para estar acá.

Resulta que llevaba 2 días inconsciente, fuera de riesgo, pero completamente dormida. Tuve suerte de que, si bien la bala dio en mi muslo, fue por el costado. Entró y salió, lo que hizo todo más fácil, ya que pudieron curarme sin dificultades ni riesgos de que la bala pasara a llevar algo. La herida en mi mano derecha necesitó puntos y una venda, pero todo estaba solucionado.

"Every rose has its thorn" (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora