- ¿Sabes que te llamas así porque con tu mamá jugábamos de pequeñas y así se llamaba mi hijo ficticio? -dijo Sherry, comiendo de su pocillo de cereales con leche, sentada en uno de los pisos de la isla.
- ¿Se llevaban bien? -dijo Lucas, sorprendido.
- Nos llevábamos excelente -dijo Sherry.
- Difícil de creer -dijo Sam, sentándose en su lugar, dándole un sorbo a su café.
- No hemos discutido tanto -dije mirándolos, sentándome en mi lugar, dándole un sorbo a mi café.
- Tanto, ese es el punto crucial -dijo Sam, mirándome, sonriendo divertido.
- "El punto crucial" -dijo Sherry, negando con su cabeza, miró a Lucas y le sonrió.
- ¿Vamos a llegar tarde? La tía Sherry se demoró en el baño -dijo mi hijo, mirándome y yo negué.
- Y eso que ella ni siquiera debe salir o trabajar -dijo Sam, mirando su taza.
- ¿Sabes, yerno? Nadie necesitaba escuchar eso -dijo mi hermana.
- Sher -dije mirándola seria.
- Es la verdad, porque si tengo trabajo -dijo mirándonos y todos nos sorprendimos.
Sherry llevaba una semana viviendo con nosotros. Una larga, larga semana. Cada día trata de acercarse a Lucas, pero mi hijo no le perdonaba el hecho de haberme golpeado. Era algo que lo había marcado y, definitivamente, no lo olvidaría.
Sam decidió darnos tiempo a solas los primeros días, pero no fue buena idea, porque con Sherry discutíamos por todo. Para empezar, insistía en dejar sus toallas húmedas en el suelo del baño, su loza sucia no la lavaba e insistía dejar todas sus cosas tiradas por mi casa, lo que era bastante molesto.
Y cuando llegó la hora de dormir y las pesadillas y recuerdos me despertaban por las noches, todo fue peor, porque Sherry insistía en preguntar y yo no quería que nadie preguntara. No quería hablar del tema con nadie y ya.
Le pedí o, más bien, le rogué a Sam que se quedara con nosotros porque yo no podría aguantar mucho más tiempo. Él aceptó de inmediato y, aunque se llevaban bien la mayor parte del tiempo, no todo era miel sobre hojuelas.
- ¿Y en qué trabajarás, Sherry?
- Cuidando a mamá -dijo ella, encogiéndose de hombros.
- ¿Qué? -dije confundida y sorprendida.
- Ella me pidió que fuera a su casa a ayudarla con algunas cosas porque Lizzy tiene turno en el hospital y Jason debía trabajar.
- ¿Irás?
- ¿Tengo opción? -dijo mirándome, levantando una ceja- soy la hermana inútil en este momento y me ha llenado de mensajes, diciendo que me extraña, que quiere hablar. Llevo una semana ignorándola, Quinny, sabes que tarde o temprano aparecerá acá si la evito por más tiempo.
- Lo sé -die asintiendo con mi cabeza, suspirando, mirando después la hora en el reloj de pared de la cocina- listo, es hora de irnos -dije levantándome de mi lugar, caminando hacia el fregadero, dejando mis cosas.
- Yo lavo lo del desayuno antes de irme, deja las cosas ahí -dijo Sherry, mirándome y yo asentí. Le había dicho que comenzara a ayudar o tendría que mudarse con mamá.
- Gracias, Sherry -dijo Sam, sonriéndole, dejando las cosas en el fregadero- No incendies la casa en el intento.
- ¡Ja! Que divertido eres -dijo mirándolo, levantándole el dedo medio y yo le di un golpe en el hombro.
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"Every rose has its thorn" (COMPLETA)
FanfictionLucy cambia su nombre a Quinn y escapa de Londres junto a su hijo, de una vida llena de violencia. Al llegar a Nashville descubre a su vecino Sam, quien le ayuda a encontrar un trabajo y volver a confiar en la gente, pero no siempre se puede escapar...