"Every rose has its thorn" (COMPLETA)

Capítulo 21: "Welcome"

He descubierto y confirmado que amo dormir con Sam Evans.

Después de aquella desenfrenada noche, dormimos completamente desnudos, abrazados entre las sabanas de mi cama. Nuestra ropa decoraba el suelo y las paredes eran testigo de todo lo que la noche anterior había ocurrido en esta habitación.

Desperté al sentir el sol atravesar las cortinas, dando directamente sobre mi rostro. Levanté la vista, mirando a Sam Evans con sus ojos cerrados. Yo estaba acurrucada en su pecho, abrazándolo, mientras su mano me abrazaba también y descansaba por debajo de mi pecho. Él lucía perfecto. Su cabello despeinado, su boca y ojos completamente cerrados y su mano sobre la mía reflejaban paz. Como si realmente hubiera descansado después de lo ocurrido.

Sonreí y comencé a dar cortos besos sobre su pecho desnudo mientras acariciaba una de sus manos.

- Definitivamente quiero despertar así todos los días -murmuró haciéndome reír. Mordí mi labio inferior y levanté la vista sonriendo.

- Buenos días, señor Evans.

- Buenos días, señorita Fabray -Dijo mirándome, inclinándose para besar mis labios tiernamente, acariciando mi cuerpo con la mano que estaba bajo mi pecho.

- ¿Dormiste bien? -Dije sonriendo sobre sus labios.

- ¿Es un chiste? Mejor que nunca -murmuró sonriendo, acariciando mi cuerpo-

- Tú... ¿Disfrutaste ayer? -murmuré mirando sus ojos. Claro, lo había escuchado gemir, pero quería saberlo. Si lo de anoche había sido tan bueno para él como lo fue para mí. Sam me miró confundido. La verdad es que no tuve muchas experiencias previas y siento que Sam si la tiene. Es guapo, probablemente en la secundaria estuvo con algunas chicas, otras más en la universidad, luego la chica canguro. Quizás soy un asco en la cama. Probablemente soy un asco en muchas cosas.

- Hey -Dijo tomando mi mentón con una de sus manos, haciéndome mirar sus ojos- A mí me encantó -Murmuró él y yo sabía que era verdad. Sam no me mentía- Y es solo porque ha sido contigo. Si bien, hacer cualquier cosa contigo a mi me gusta, hacer el amor contigo está a otro nivel, Quinn Fabray. Me hiciste acabar varias veces, amor -dijo haciendo que mi piel se erizara- Tú estuviste genial.

- ¿Tanto como para repetirlo? -Dije levantando una ceja, mirando sus ojos y él levantó una ceja, sonriendo divertido.

- Oye, que golosa eres, Quinn Fabray -Dijo riendo y se acercó para besar mis labios tiernamente- Pero si, lo repetiría muchas veces más.

- Primero preparemos el desayuno, ¿Te parece? -murmuré sonriendo.

- Me parece perfecto, es necesario cargar energías. Pero iré al baño primero -Dijo sonriendo y besó mi cabeza. Se levantó recogiendo su bóxer, se los puso y caminó con confianza hacia mi baño privado.

Miré la escena y no pude evitar sonreír. Era como en las películas. Miré la camisa de Sam tirada en el suelo y sonreí recordando esas típicas escenas donde la chica se pone su ropa interior, la camisa del chico y finge ser la mujer más sensual del mundo, lo que parece siempre conquistar al chico en cuestión. La mujer suele ser sexy, natural, espontánea y divertida. Quizás yo pueda.

Me levanté de la cama poniéndome mi ropa interior y la camisa de Sam, abrochando algunos botones. Arreglé un poco mi cabello, mi maquillaje y bajé las escaleras sonriendo. Entré a la cocina y, tras lavar mis manos, comencé a sacar las cosas para preparar panqueques de desayuno para ambos.

- Creo que definitivamente quiero acostumbrarme a despertar así todos los días -Dijo su voz después de un rato. Me giré y lo vi en bóxer, apoyado en el marco de la puerta. ¿Cuánto llevaba mirándome?