Freak ( Tom Riddle y tú)

Capítulo 48

Under suspicion.

Justus Pilliwickle, un hombre de media estatura que portaba una gafas de lentes ovaladas amarillentas, sujeta por su nariz larguirucha y de pico. Vestía de forma extravagante, lleva un gorro de pico de color berenjena tapando sus largos cabellos dorados que tenía sujeto a una cola baja. El gorro también hace juego  a su gabardina y chaleco. En sus manos grandes y huesudas sostiene un libro donde hay dibujado una balanza dorada.

Habla con el director con cierta soberbia, nos vuelven a mirar a los tres, nos encontramos sentados en el despacho del director, quién había llamado a el Departamento de Seguridad Mágica para que se volviese a reabrir el caso de Myrtle, con nuevos testimonios y nuevas pruebas y un posible culpable, los periodistas no tardaron en poner de vuelta el foco de atención en Hogwarts.

-—Salazar si estás ahí llévame contigo.—Murmura Abrax exasperado.—Me estoy meando desde hace media hora.

—Ahí tienes una planta.—Apunta Tom con su cabeza a un pequeño ficus colocado en una esquina del despacho.—Si no mantienes la puta boca cerrada y la vuelves abrir quejándote, te juro por todas las casas de Hogwarts que yo mismo te coso la boca al estilo muggle.—Sentencia el azabache.

Llevamos cuatro horas sentados en sillas incómodas, sin poder movernos de nuestro sitio.
Nos duele la espalda, necesitamos estirar las piernas y Abrax no deja de hablar de sus aventuras en la mansión Malfoy.
Pero hasta que Jusus Pilliwickle no diese una repuesta a lo que iba a suceder a continuación teníamos totalmente prohibido salir de esa sala, además nos habían requisado las varitas. Las inspeccionaban para saber los últimos hechizos realizados con ellas, al fin y al cabo Tom y Abrax eran los sospechosos principales y yo una de sus cómplices.

— Oye, sé que estás irritado pero pagándola con él no vas a conseguir nada.—Miro al azabache de reojo. Encorvado y mirando al suelo.— Abrax, yo vigilo y tú te vas a la planta.

El rubio me guiña un ojo de agradecimiento y con sigilo se levanta de sus silla para ir al ficus, miro al pasillo, los dos hombres parecen inmersos en una conversación infinita. 

Vuelvo a fijarme en Tom, para él  debe estar siendo agotador tanto física como mentalmente llevar todo esto. Huérfano, sin saber quiénes son sus padres ,un maleficio, su patética exnovia le cuenta la verdad sobre quién es y se arrepiente a los días… Y para ello pide ayuda a un profesor que no es capaz de pronunciar un hechizo bien; por último acusado de un crimen que ni siquiera realizó.

Le doy un leve golpecito con mi pierna en la suya para captar su atención. Levanta la cabeza y sus ojos azules como las profundidades del Océano me miran con interés, le doy media sonrisa y se reincorpora.

—¿Cuándo te vas?—Pregunta desviando la mirada.

—Cuando se termine todo esto, os lo debo.—Le respondo en un murmullo.

—Quiero propone...—Tom se queda con las palabras en la boca debido a que el rubio nos interrumpe.

—He soltado más liquido que el que lleva el río de los muggles... El Amazonas.—Se sienta en la silla y nos mira con cara asustadiza.— Ya me callo.

Veo como el moreno intenta abrir de nuevo su boca pero esta vez es interrumpido por unos pasos, Justus Pilliwickle  se aproxima hacia nosotros seguidos por el director.
Nos levantamos los tres de la silla y miramos con expectación a los dos hombres, esperando que por su boca solo salieran buena noticias para nosotros, porque sino; podríamos meternos en líos mayores.

— Este asesinato, ha sido muy controversial, no sabéis lo que nos ha costado tapar a la prensa la mayoría de las pruebas y testimonios.— El director se pasa un pañuelo por su frente sudada.— Hogwarts, tiene una reputación impecable, me ha costado mucho tapar este escándolo y aún así las personas siguen confiando en el colegio para que sus hijos e hijas vengan a realizar sus estudios.