Freak ( Tom Riddle y tú)

Capítulo 36

Hidden in a mask

Desde la otra sala se oían gritos, insultos y algún que otro llanto, mis padres llevaban más de hora y media discutiendo, Diana y yo nos encontrábamos sentadas en el suelo justo enfrente de la puerta esperando a que se abriese en cualquier momento.
Mi padre se había presentado a primera hora en el colegio, no consentía que me marchase a América, mi tío Dumbledore le concedió una sala que daba al patio exterior, es pequeña y la utilizan de almacén para algunas escobas viejas, nos habían encerrado la puerta en nuestra propia narices, no dejaron entrar ni a mí hermana ni a mí.
Tanto mi madre como mi padre se reprochaban cosas, aunque por supuesto mi madre le ganaba con diferencia, no tuvo derecho a darle la vida que años antes había sufrido por su culpa. El gesto de mi padre porque no me fuera me pareció algo tierno, pero no recompensaba todo lo que había pasado con él, entiendo que él veía una esperanza de reconciliarnos en algún momento, pasó una vez, podría pasar otra sin problema, era la primera Navidad que estaba dispuesta a pasar junto a él y a Diana en casa pero en cuanto apareció mi madre esa idea se desmoronó.

- Venus, ¿qué piensas?- Preguntó mi hermana.

Miré a la morena que jugaba con un piedrecita, llevamos bastante rato sin hablar porque queríamos estar atentas a la discusión pero hace rato que la discusión había perdido todo el sentido y solo se reprochan cosas innecesarias por lo que las dejamos de atender al instante y nos absorbieron nuestros pensamientos.

- Están, teniendo una pelea innecesaria, soy yo la que decide al final.

- ¿No vas a cambiar de opinión ?

- Ninguna de las dos opciones son mis favoritas, total al fin y al cabo la opción que elija llevan a lo mismo. Vivir con un extraño.

Mi hermana asintió con la cabeza, al contrario que ella yo no había convivido desde hace seis años con mi padre y tampoco tenía intenciones de hacerlo, por otro lado, Vesta o mamá era una completa desconocida para mí aunque compartiéramos la misma sangre, solamente se reducía a eso, a un lazo de sangre no a un lazo afectivo.

La puerta se abrió bruscamente nosotras nos pusimos de pie de inmediato, miré primero a mi padre, cejas juntas y su característica arruga en el entrecejo  hace predecible que las cosas no han salido como a él le hubiese gustado, mi madre tenía una sonrisa de oreja a oreja y juntó sus manos dando una pequeña palmada.

- Niñas, ya hemos tomado una decisión.- Comenzó hablar la mujer de cabello rubio. - Diana tú también vendrás a Norte América.

Giré de inmediato mi cabeza para ver su reacción, abrió ligeramente la boca sorprendida, no parpadeó por unos segundos y pareció por un momento que le ha olvidado respirar.

-¿¡Qué por qué!?- Chilló a punto de estallar en llanto.-¡No es justo!

- Sí, si que lo es. He estado seis años separadas de mis hijas, no me voy a conformar que con una de ellas sola la pueda ver en Navidad, a partir de hoy viviremos en Norte América.- Explicó mi madre con emoción.

Las dos dirigimos una mirada fugaz a mi padre, se contuvo, solo asintió con la cabeza.

-¡Esto es tú maldita culpa!- Diana me señaló con un dedo acusador.

Rodé los ojos molesta, fue mi decisión en principio alejarme de todo esto, pero tanto como mi padre y Vesta se apropiaron de lo que yo quería para ponerlo a su favor, realmente esto no era una disputa entre nosotras era una disputa entre ellos, en ver quién quedaba por encima de quién.

- Entonces no voy.- Me crucé de brazos.

-¿Cómo dices?- Habló por primera vez mi padre.

- Esta era mi decisión desde el principio, vosotros la habéis adoptado para ser superior al otro, somos mayorcitas para elegir lo que queremos y no dependemos de vosotros, nunca lo hemos hecho.