Capítulo 38

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Not everything is what it seems

Me levanté con la respiración acelerada, sentí que el corazón casi se me iba a salir del pecho. Esa pesadilla que había dejado de tener hacía meses, había vuelto. Un rostro blanco casi sin vida, susurraba mi nombre pidiendo ayuda, sujetaba entre sus manos una varita que era muy familiar para mí.
Intenté dormir de nuevo pero era imposible, cada vez que cerraba los ojos la imagen de ese ser me venía a la mente.

Vi el reloj, casi las seis de la madrugada, pronto amanecería. Me revolví entre las sábanas antes de levantarme, sentí un golpe de calor en mis mejillas al verme en ropa interior, la pesadilla había ocultado a a mi mente lo que sucedió anoche.

- Vee...- Murmuró el azabache cuando su brazo tocó la parte vacía del colchón.- ¿Cariño?

- ¿Cariño?- Pregunté con una sonrisa burlona.

-¿Qué haces ahí?- Dice con voz ronca mientras entorna los ojos.

- No podía dormir así que me he levantado para asearme.- Expliqué mientras busqué una toalla en su armario.- Por cierto, lo que sucedió anoche, no ha cambiado mi opinión.

- No esperaba que lo hiciese...- Oí su voz detrás de mí, la piel se me erizó al sentir su aliento en mi oreja.- Por eso he creído que una segunda, tercera, cuarta... Ronda, no vendría nada mal.- Su mano derecha apretó mi cintura mientras que con la izquierda baja acariciando mi vientre hasta notarlo al borde de mi ropa interior. Solté un gemido cuando sentí sus labios besar mi cuello.- Tom...- Gemí.

Rápidamente me dio la vuelta para quedar enfrente de él, sus ojos tan oscuros como el océano me observaron con lujuria. Colocó sus manos en mi trasero y me cogió entre sus brazos apoyando mi espalda contra la pared. Me besó con fuerza, sus labios se mueven ferozmente encima de los míos, sus besos bajaron a mi cuello, donde succionó y lamió mi punto débil.
En un momento determinado abrí los ojos por unos segundos, me fijé en el escritorio donde encima de éste se encontraba el diario. Diario que me pidió Diana. ¡Diana! Se me olvidó por completo. Mordí el labio de Tom con algo de fuerza para que me soltase.

-¡Auch, Venus me has hecho daño!- Gritó dolorido.-¿Qué diablos pasa?

- Recuerdas que, anoche un elfo dijo que venía visita por la mañana, son casi las siete tenemos que asearnos y vestirnos rápido.- Hablé tan deprisa que algunas palabras se atropellaron con otras, trabándome en varias ocasiones.- ¡No te quedes ahí parado ve a ducharte!- Le ordené mientras le lancé una toalla color crema del armario.

Tom farfulló algo entre dientes, caminó hasta el cuarto de baño, pero no entró, se quedó en el marco de la puerta mirándome con cierta lujuria.

-¿Te bañas conmigo?

-¡Tom que llegamos tarde!- Coloqué mis manos en jarras.

-Está bien, está bien...Uno que intenta ser romántico y a cambio recibe gritos y el labio roto.- Bufó.

Tom cerró la puerta del baño, esta era mi oportunidad para mirar el diario. Anoche me quedé profundamente dormida, no me acordé en absoluto que había quedado con Diana, me va a matar.

Caminé hasta el diario, es de cuero negro, abrí la primera página, nada, no hay nada escrito, abrí la segunda página, tampoco hay nada. Pasé las páginas rápidamente hasta encontrarme en una algo escrito con tinta roja y letras muy grandes: "INTÉNTALO DE NUEVO".

Arrugé mi nariz y mis cejas se frucieron, ¿esto es un señuelo?

-Vaya, creía que después de haberte acostado conmigo no ibas a ser capaz de abrirlo.- La voz de Tom sonó detrás de mí. Me giré, todavía sigue con su ropa interior y la toalla colgado en su cuello.- No sé en qué pensaba, que estabas aquí porque realmente todavía había algo entre nosotros y no para conseguir el diario, que para tu información, son libretas con muchos asuntos y las está cuidando Abrax. Sabía que vendrías a buscarlo, sabía que me harías preguntas sobre lo que estoy haciendo... A principios de curso te dije que no quería que supieras nada sobre esto, no quiero tu ayuda y no quiero meterte en algo así de peligroso...

Freak ( Tom Riddle y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora