Freak ( Tom Riddle y tú)

Capítulo 15

Insurance

Abrí los ojos de golpe, mi respiración era agitada y notaba como un sudor helado recorría mi cuerpo, tenía la vista borrosa y no distinguía el lugar en el que me encontraba, intenté moverme pero un fuerte dolor recorrió mi pie derecho.

Ahogué un pequeño grito y volví a recostarme sobre la almohada.

-¡Venus!- Exclamó alguien con entusiasmo.

Giré mi cabeza hacia la voz procedente pero solo veía una mancha moverse.

-¿Por qué tengo nublada la vista?- Pregunté.

-El desmayo que sufriste y la medicina ha hecho que tú vista se anulase un poco, pero tranquila dentro de algunos minutos podrás ver completamente nítido.- Dijo otra voz.

-¿Desmayo?- Fruncí mis cejas.

-Te caistes Venus...-

Tom enfadado.

Yo calmandolo.

Tom empujándome.

Yo cayéndome.

-Lo recuerdo...- Susurré mirando a un punto fijo de la sábana. Comprobando como vista se volvía nítida. Miré hacia la izquierda Rose y una enferma se encontraban allí.- Vi como se salía el hueso....- Murmuré.

-Tranquila, te hemos suministrado una poción mientras dormías, en alguna semanas podrás volver a caminar.- Explicó la enfermera con una radiante sonrisa.- Iré a por el desayuno.

La enfermera se fue llevándose con ella un carrito de metal con algunos frascos de pociones vacías.

- Hemos estado preocupados, has dormido durante dos días.- Rose se sentó en la orilla de mi cama cuidadosamente.-¿Cómo te sientes?

-Dolida...- Murmuré.- Me temía que reaccionara así, lo que no sabía que iba a desatar su furia conmigo, aunque no lo culpabilizo, sé perfectamente que no lo hizo queriendo.

Rose me dio una pequeña sonrisa de compresión y me agarró la mano.

-Venus...Tom lleva dos días sin salir de su habitación, Abrax dice que se queda sentado enfrente de la ventana mirando el paisaje durante horas.

-No debí decírselo.- Dije frustrada.

- Eres buena amiga, no querías ocultarselo, él está así porque no quiere afrontar de dónde procede.- Se encogió de hombros quitándole importancia al asunto.- Tengo que ir a clase, Abraxas se pasará después.- Se levantó de la cama y se puso en pie.- Descansa.- Me dio un beso en la frente y la cabellera pelirroja de mi amiga desapareció por la puerta.

• • •

Desperté tras una larga siesta después de comer, el dolor había disminuido y notaba como podía articular el pie, aunque con pequeñas molestias.

Miré hacia la puerta, un hombre de cabellera por los hombros y barba hasta el cuello llegaba acompañado por una chica morena.

-¿Cómo te encuentras Venus?- Preguntó Diana sentándose a mi lado.

Rodé los ojos y me crucé de brazos.

-No intentes hacer como si te importase.- Conste fríamente.

-Venus, no empieces.- Dijo mi tío con voz advirtiente.- Hemos estado preocupados.

Di un gran suspiro  y miré directamente a los ojos de mi tío sonriendole falsamente.

-Estoy mejor, gracias por haber venido, podéis iros ya.- Señalé la puerta.- Os acompañaría yo misma, pero mi situación me lo
impide.