Capítulo 25

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Threat

Me desperté cerca de las doce del medio día, era sábado por la mañana, las camas de mi compañeras estaban vacías, me levanté perezosamente de la cama y caminé hacia el baño, pero antes de abrir la puerta se oyó como algo se posaba en el pequeño alféizar de la ventana.

Una lechuza de color negro con ojos pardos estaba en el exterior con un pequeño papel en su pico, abrí la ventana y la lechuza desplegó sus alas para volar dentro de la habitación y apoyarse en una silla de madera.

Ya había visto antes esta lechuza, pertenecía a Tom, nunca solía utilizarla, sin embargo de más pequeños nos solíamos escribir alguna que otra carta durante las vacaciones, él me contaba como le iba en el orfanato y le contaba como Rose y yo nos divertíamos en los países que visitábamos.

Quité del pico de la ave el papel,para abrirla de inmediato:

Nos vemos en la sala de Premios, no tardes.

Pd: Dale de comer a Kirlia, no la alimento de hace días.

T.R.

Doblé el papel, extrañada sin saber muy bien a que venia el repentino mensaje, no había pasado muchas horas desde que nos vimos ayer por la noche después de la partida del ajedrez mágico... Mierda.

Abrí la puerta con rapidez, corriendo como alma que lleva el diablo, después de volver a entablar una conversación amenazadora con el cuadro de Vindictus Veridiana me dejó pasar al interior de la sala de los trofeos.

El moreno se encontraba sentado en una silla, con el periódico el Profeta, leyendo tranquilamente.

-Tom...- Le llamé, pero parecía que su lectura era más importante.- Tom.- Toqué su hombro un par de veces.

Soltó un bufido para después girarse hacia mí, su cara era seria y tensa, estaba enfadado, esos gestos eran característicos de él.

-¿Ahora te acuerdas de mí?- Soltó molesto.

-Lo siento... Por no aparecer anoche en la biblioteca.

-Oh, ¿de verdad?, no me había dado cuenta si no lo llegas a decir.- Dijo de manera sarcástica.

Apreté mi mandíbula, entendía que estuviese enfadado por dejarle plantado, pero eso no era motivo para actuar de este modo.

- Sabes, yo tuve otro asuntos que tratar y permíteme decirte que eran mucho más importantes que seguro lo que tenías que decirme.- Le dije llena de ira.

-Oh sí.- Sonó sorprendido - ¿Cómo sabía la polla de Abraxas?- preguntó levantando sus cejas y cruzándose de brazos.

Fruncí el ceño y negué con la cabeza, no entendía a que venía esa estúpida y absurda pregunta.

-¿¡Qué!?- Pregunté escandalizada.

-No te hagas la tonta.- Se levantó del asiento y le pegó una patada a la pata de la mesa.- ¿Qué tal tú cita con Abraxas anoche?

Entonces como si una luz en mi cabeza se hubiese encendido, comprendí todo, en algún momento de la noche Tom nos vería a mí y a el albino en la Torre de Astronomía, hablando y actuando de forma "acaramelada". Estaba celoso.

Freak ( Tom Riddle y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora