Capítulo 33

4.5K 328 405
                                    


Everything is dynamite

Removía lentamente el cacao con una cucharilla mientras mi madre se decantaba por hablar o no, su rostro agradable y dulce cambió a uno bastante serio, estaba incómoda, no le había agradado la idea de contarnos lo que fue de su vida pasada.

- ¿ Por qué papá nos hizo creer que estaba muerta ? ¿ Por qué nunca nos buscastes ? ¿ Por qué apareces así de la nada ?

- Venus, la estás atosigando.- Contestó mi hermana.

Vesta limpió la comisura de sus labios con una servilleta, sus ojos de mantuvieron cerrados por un par de segundos.

- Tú padre y yo nos conocimos cuando teníamos dieciocho años, por ese entonces yo vivía en Estados Unidos, con tu abuela y tu tía, viajamos de vacaciones familiares al pequeño pueblo de Hogsmeade, vuestro padre trabajaba como camarero en Cabeza de Puerco, constantemente iba a visitar el lugar porque él se encontraba allí, pasamos dos meses de verano maravillosos, hasta que me tuve que marchar... Los dos estábamos muy enamorados el uno del otro, así que me quedé aquí viviendo con él.- Relamió sus labios y soltó una amarga sonrisa.- Tú abuela siempre me odió por ello, después de unos meses, me quedé embarazada, sé que pasó cuando éramos muy jóvenes, pero nunca me arrepentiré de haberos tenido.- Agarró la mano de mi hermana, también me la ofreció, pero seguí de bazos cruzados.- A raíz de vuestro nacimiento, la relación de vuestro padre y yo se enfrió, siempre discutíamos, no teníamos mucho dinero y cuidar a dos niñas era muy duro, nuestra relación se fue tornando cada vez más oscura, un año después, vuestra tía Ariadna murió, Aberforth nunca llegó a ser el mismo, me encontraba sola, os alimentaba mal y la familia Dumbledore nunca aprobó nuestra relación.- Su voz comenzó a quebrarse con cada palabra  que decía, sus ojos estaban rojos, no quería llorar.- Después de un año, caminaba por las calles de Gran Bretaña, era de noche e iba sola, unos muggles comenzaron a seguirme, yo corría, pero ellos eran más rápidos, acabé en un callejón sin salida, los seis me violaron, uno por uno y después se encargaron de romperme cada hueso de mi cuerpo.- Me removí incómoda en el asiento, si ya odiaba a los muggles por habe matado a miles de brujas hace años, ahora mi odio había aumentado tras saber la horrible tortura que habían cometido con mi madre.- Me desperté en el hospital, escribí a vuestro padre, esperé durante un mes a que llegase la carta al hospital o incluso que apareciera en Gran Bretaña nunca lo hizo.  Cuando volví al entrar en la taberna vi a vuestro padre bebiendo y con mujeres a su alrededor.- Mordió sus labios y llevó las manos a su pelo, repeinándose hacia atrás.- No pensé en nada, simplemente huí, hasta volver a América, allí me arrpentí de no haberos llevado conmigo, pero también sabía que si os alejaba de Aberforth nunca levantaría cabeza.

Todos nos mantuvimos en silencio, solo se escuchaba el ahogado llanto de mi madre, ahora que sabía toda la historia comprendía perfectamente por qué actuó de esa manera, me sentí despreciable conmigo misma, había sido muy egoísta, me había preocupado más en encerrarme en mí misma y resulta que verdaderamente la que más años lleva sufriendo es la mujer que me trajo al mundo.

- ¿ Tú sabías todo esto?- Preguntó Diana.

Asentí un par de veces con la cabeza, no era la primera vez que escuchaba parte de esta historia, mi tío y mi padre solían discutir por esto, aunque no sabía el cruel comportamiento de el hombre que me había cuidado a lo largo de mi vida, odiaba haberme comportado igual que él, no me había importado en absoluto mi hermana, había sido tan egoísta y cruel como el mosntruo que se había hecho llamar padre.

- ¿¡ Por qué nunca me lo dijiste !?- Chilló Diana levantándose de la silla bruscamente.

La gente nos miraban curiosos y no tardaron en empezar a cuchichear por lo bajo, palabras incomprensibles para mis oídos.

Freak ( Tom Riddle y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora