ALEX
Viernes 15 de julio
Más salado que el Mar Muerto
Las cosas no van bien. La cuestión es, ¿de verdad eso es una sorpresa a estas alturas?
Pensé que quizá el destino me empujó de regreso a Hollywood porque tenía algo preparado aquí para mí, pero, tengo que ser realista, ese pensamiento no ha sido más que una idiotez demasiado optimista.
Siempre he creído que la vida es como una montaña rusa. A veces toca estar arriba, a veces abajo. Sin embargo, llevo meses sintiendo que voy en picada. Bajo, bajo y bajo, pero no se siente como que haya una subida cercana donde esto pueda remontar.
Es difícil mantenerse positivo cuando las cosas no salen bien. Tengo que admitir que lo único bueno desde que llegué a Los Ángeles es mi amistad con Levi y Madi. En el área profesional me va del asco. Y eso es un tanto confuso porque, durante los castings, la mayoría del tiempo parece que obtendré un resultado positivo. Sin embargo, al final nunca es así.
Ellos no me vuelven a llamar.
Ni siquiera para el trabajo de doble de acción, lo que es raro porque sé que en eso no soy malo. De hecho, me convertí en un especialista de cine porque la agencia que me representaba insistió en que ese era el mejor modo en el que yo podía iniciarme en Hollywood. La idea no me alegró del todo, pero, como siempre me han gustado las artes marciales y me entrené en ellas desde pequeño, al final decidí seguir el consejo de los expertos. Pasé mis primeros meses en este país encerrado en una academia de entrenamiento especializado en la que me preparé, aprendí combate escénico y obtuve mi certificación.
Fue difícil como el infierno, pero lo logré.
Mi madre estuvo muy disgustada con todo el asunto. Discutió conmigo porque nuestro acuerdo era que yo vendría a Estados Unidos a probar suerte como actor, no a poner mi vida en riesgo como un doble de acción. Al final ella se resignó y ha tenido que respetar mi decisión, pero cada que tiene oportunidad me recuerda su inconformidad con el tema.
—¿Cómo te fue en el casting de hoy?
Levi y yo nos encontramos en el balcón del apartamento que compartimos. Como hace algo de calor, es la mejor opción que tenemos para refrescarnos.
—El director me pidió que interpretara dos escenas más, lo que por lo general es una buena señal, pero no me quiero ilusionar demasiado. Ya hace tiempo que parece que estoy más salado que el Mar Muerto —digo medio en broma, medio en serio.
Levi se carcajea.
—¡Maldición, hombre! —ríe—. Al menos te lo tomas con humor. Ya verás que pronto las cosas cambiarán. El casting de hoy es para un papel secundario en una serie, ¿cierto?
Asiento.
—Para ser el hermano arrogante, molesto e idiota de la protagonista.
No lo que yo habría elegido como primera opción, pero en este momento no puedo ser exigente. Además, si le dan un buen arco al personaje podría ser interesante.
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Sol de invierno
RomanceNo se buscaban, pero se encontraron y quizá eso es justo lo que ambos necesitaban.