Roces.

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Veía con atención los oscuros ojos de el azabache, Giyu se mantenía quieto y rígido mientras sostenía a la pequeña sobrina del omega

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Veía con atención los oscuros ojos de el azabache, Giyu se mantenía quieto y rígido mientras sostenía a la pequeña sobrina del omega.

 —Casi termino de preparar todo para bañarla, gracias por cuidarla un momento c-cariño—Giyu asintió sin dejar de ver a la bebé entre sus manos, Ame también lo veía mientras soltaba pequeñas trompetillas y algo de saliva, Tanjiro no tardó para fortuna del azabache en aparecer y llevarse a la niña, suspiro antes de seguirlo.

Después del baño para la pequeña y ponerla a dormir una pequeña siesta, la pareja se dedico a darse pequeños besos y caricias que no iban más allá de roces, el omega estaba tan encantado con el alfa que se tomó un poco el atrevimiento de aventurar sus manos a ir por debajo de la camisa del alfa, Tomioka sorprendido no hizo más que mirarlo.

El sonrojo en la mejillas de Tanjiro era encantador, con necesidad latente lo beso de nuevo siendo el quien ahora llevaba sus roces y caricias más allá de donde hasta ahora había llegado.

 —Eres tan hermoso Tanjiro— el omega asintió algo ido, un nuevo beso comenzó, el alfa se apresuró en tocar la cintura del pelirrojo entre sus brazos, cuando estaba por pasar a algo más el fuerte llanto de Ame los hizo parar.

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