ℰ𝓁 𝒶𝓁𝒻𝒶 𝒾𝒹ℯ𝒶𝓁.

Mudanza

Giyu veía como Sabito daba indicaciones de donde acomodar las cosas del pelirrojo, el azabache aun asimilaba el hecho de que a partir de ese día el y Tanjiro tendrían que vivir juntos, su lobo al recordar el hecho no dudó en mover la cola feliz.

En cuanto los hombres de la mudanza terminaron su trabajo y los hermanos se quedaron solos, Sabito no dudo en soltar un suspiro mientras se tiraba con elegancia en uno de los sillones, mirando al azabache no dudo en hablar.

- Espero vivas toda una historia de amor hermanito, que esto deje de verse como la guarida de Drácula y que tu vivas feliz-, Giyu solo sonrió al escuchar a Sabito, se sentó frente a el para pasar la siguiente hora molestándolo.

Tanjiro miraba la puerta de aquella casa con nervios, aun asi despacio abrio con la llave que Sabito le había dado, cuando estuvo dentro del que ahora seria su hogar se permitió respirar tranquilamente, al hacerlo pudo captar el olor de Giyu, cosa que sólo hizo que su pobre corazón comenzará a latir de manera acelerada, razon por la cual cuando sus ojos vieron al azabache frente a el no pudiera controlar que sus orejas y pequeña cola hicieran acto de presencia.