Miraban a su pequeño cachorro con devoción, Kairi era tan lindo,regordete y pequeño que era imposible no querer protegerlo de todo, la pareja dedicaba con gusto sus días y noches en cuidar a su retoño, incluso los hermanos del azabache se turnaban para atender al cachorro.
Para la pareja los siguientes años fueron tranquilos, su precioso bebé era tan tranquilo que no causaba trabajo alguno cuidarlo, claro que aveces habían sus excepciones, en algunos momentos de su pequeña vida como un niño grande de tres años Kairi hacia berrinche hasta conseguir lo que quería, recurría al chantaje de las lágrimas obteniendo mimos y atención de los adultos a su alrededor y eso al pequeño azabache de ojos violetas le encantaba.

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ℰ𝓁 𝒶𝓁𝒻𝒶 𝒾𝒹ℯ𝒶𝓁.
أدب الهواةEn ocasiones no se necesita buscar la felicidad tan lejos de tus puntos ciegos.