ℰ𝓁 𝒶𝓁𝒻𝒶 𝒾𝒹ℯ𝒶𝓁.

Feroz

Fake_and_True  espero te guste...

El exceso de feromonas había comenzado a afectarle, sus piernas temblaban y  respirar era difícil,  cada que lo hacía a su nariz llegaba una nueva carga de feromonas.

Estaba por salir de el departamento cuando su alfa lo detuvo, Zenitsu jadeo al sentir las manos de su amado alfa sobre si cintura, no pudo haber absolutamente nada cuando el peliblanco lo tomo en brazos y lo llevo hasta la habitación que compartían.

Mantenía los ojos cerrados, varios gemidos salían sin control al sentir la lengua de su alfa recorrer su piel, haciéndolo estremecer, cuando logro controlarse un poco abrió los ojos para ver a su alfa, el peliblanco lo miraba con intensidad, no pudo evitar morder su labio al ver que las orejas y cola de su amado alfa habían hecho acto de presencia.

Dejándose llevar por los besos suaves y caricias Zenitsu dejo salir sus pequeñas orejas y cola, el alfa sonrió al ver a su omega.

La habitación se encontraba desordenada, ya había perdido la cuenta de cuantas veces el y su alfa lo habían hecho, ambos habían caído en la inconsciencia de su instinto, así que nada de lo que pasará a su alrededor en ese momento les importaba.

—¡M-más!, ¡alfa!—, las embestidas aumentaron, Zenitsu podía sentir lágrimas salir de sus ojos y su saliva bajar por su mentón debido al placer que sentía, sus uñas trazaron un camino por toda la espalda de su alfa quien sólo gruño, las embestidas aumentaron, el rubio tomo con fuerza las hebras peliblancas de su alfa, Tengen llevo su boca de nuevo al cuello de su amado omega dejando varias marcas que se volverán con los días de un llamativo color morado.

Cuando la conocida sensación de que su liberación estaba cerca, Tengen mordió el cuello de el rubio, Zenitsu sólo cerró los ojos, mancho su estómago y el de su alfa cuando se corrió, embistiendo una vez más el alfa terminó, acomodó al rubio para evitar que se movíera y se hiciera daño, cuando el nudo se formó ambos suspiraron.

No pasó mucho para que una nueva ronda de caricias, besos, mordidas y gemidos comenzarán, Zenitsu sin duda amaba a su alfa y lo feroz que se volvía en sus días de celo.