Tanjiro veía a la pequeña Hideki con una sonrisa, Giyuu se mantenía algo alejado por el pánico que le producía tomar en brazos a la pequeña, los gemelos iban de aquí para allá mirando que nada le pasara a su hermana menor.
— Parecen celadores de prisión— Tanjiro asintió mientras dejaba a la cachorra en su cuna, sonrió al verla abrir los ojos para cerrarlos y seguir durmiendo.
— Espere un mes para eso sabes— Zenitsu asintió, agradecía que su amigo le diera privacidad y tiempo, y es que Tengen y los niños últimamente estaban muy territoriales y el rubio quería evitar incidentes, sonrió al ver a su amigo suspirar y soltar pequeños ruidos al ver a la cachorra.
Mandando a Giyuu y a los niños a la sala se ánimo a hablar con el pelirrojo de cierto tema que le rondaba la cabeza desde que llegaron a visitarlos.
— Hueles diferente— Tanjiro lo miro, se olisqueo la ropa sintiendo el olor de la bebé, le resto importancia negando.
— Es el olor de Hideki— Zenitsu nego, le hizo una seña dándole una pequeña prueba que el contrario miro.
Ambos veían la prueba esperando, Hideki comía tranquila mientras los omegas cuchicheaban contando el tiempo.
— Revisa tu— Zenitsu asintió, espero aque el cronometro parase para revisar.
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Giyuu y los niños se asustaron al escuchar un grito y el llanto de Hideki, entraron a la habitación viendo a Zenitsu y Tanjiro llorando, preocupado el alfa quiso preguntar siendo abrazado por su omega.
— ocho meses— Giyuu miro al pelirrojo, Tanjiro sonreía mientras balbuceaba, le mostró la prueba repitiendo la oración.
— ocho meses, en ocho meses seremos tres— Giyuu lo beso, acaricio el vientre plano de su amado omega dejando besos que el pelirrojo correspondía con calama.