Miraba atento a la pequeña bebé que dormía plácidamente y tan ajena del mundo, era inevitable no sentirse emocionado al ver a su pequeña y adorable sobrina.
— Es hermosa, y muy pequeña—,el chico siguió mirando a la bebé, su hermana soltó una pequeña risita.
—Vamos a la sala, tardará en despertar—.
El silencio reinaba en la sala, la azabache miraba a su hermano, el chico sólo le sonrió.
—¿Qué pasó está vez?—, un suspiro fue la respuesta, sabiendo lo que su hermano mayor le diría le pidió que continuase.
—Me hizo pagar todo a mi, y en cuanto su ex le llamo se fue, se llevó mi paraguas y yo tuve que regresar a casa completamente mojado—, su hermana soltó una pequeña risa que tuvo que contener, el solo giro los ojos mientras negaba una y otra vez.
— Por favor Nezuko, nunca más arregles una cita a ciegas para mi, no dejes que papá arregle una, ni mucho menos me permitas salir.
Nezuko asintió, consoló a su hermano, por más de una hora hablaron de lo mal que al pobre le iba siempre con las citas y como pasaría sus días criando al rededor de seis gatos.
— Tanjiro, yo se que tú tienes todo planeado, pero piensa en tu felicidad, no esperes que alguien entienda lo que quieres desde los nueve años, o que quiera lo mismo que tú, hermanito por favor, prométeme que buscaras tu felicidad antes que otra cosa—.
Tanjiro asintió a lo que su hermana le decía, tras pasar casi toda la mañana con ella y su sobrina, se preparó para ir a trabajar.
Terminaba de revisar las fotos para la próxima campaña de su compañía, estaba por editar el concepto final, cuando un fuerte dolor en el estómago le impidió continuar, sin poder soportar el dolor, se dirigió al hospital más cercano.
Miraba al hombre de bata, este mantenía su atención en la pantalla de la computadora, cuando tuvo lo necesario comenzó con las preguntas de rutina.
—Edad—.
— Treinta y un años—.
—¿Tus celos son?—.
—Cada tres meses y duran cinco días—.
—¿Última actividad sexual?—.
—Hace tres años—.El médico asintió, tecleo toda la información, Tanjiro luchaba porque su sonrojo producido por la vergonzosa pregunta sobre su vida sexual desapareciera.
—Vamos a revisarte, cámbiate y sube a la camilla, en un segundo estaré contigo—, Tanjiro asintió, cuando estuvo listo espero, el médico apareció al poco tiempo.
—Recuéstate y abre las piernas—, Tanjiro respiro con calma, siguió las indicaciones del médico, un escalofrío recorrió su espina dorsal al sentir los dedos del médico revisarlo.
— Todo se ve normal, bien tomaré unas muestras, cuando termine vístete de nuevo y regresa a la camilla-, el chico suspiro, cuando el médico terminó se apresuró en cambiarse.
— Ya revise el exterior de tu cuerpo, ahora quiero darle un vistazo a lo que hay adentro, haré un ultrasonido para ver el estado de la matriz, útero y todo lo demás, como sabes al ser un omega en edad fértil hay que mantener la salud de todo eso—, el médico siguió con lo que hacía, cuando terminó le pidió a Tanjiro sentarse.
Por más de treinta minutos, el médico guardo solecito.
— Esto se ve mal, ¿ves esto de aquí?— el médico giro el monitor de la computadora, el omega miro a donde se le señalaba, sin comprender espero a que el médico le explicara.
— Se encuentra la presencia de varios quistes, te preguntaré algo, ¿planeado tener hijos dentro de poco?, porque si es así hay que cuidar que los quistes no crezcan,no voy a mentir, si los quistes siguen creciendo, si eso pasa, tendríamos que operar, o si siguen creciendo y tú intentas quedar en cinta te será casi imposible—.
Tanjiro miro al médico, sus manos comenzaron a temblar con cada palabra que el galeno decía, intentaba asimilar aquella mala noticia.

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ℰ𝓁 𝒶𝓁𝒻𝒶 𝒾𝒹ℯ𝒶𝓁.
FanfictionEn ocasiones no se necesita buscar la felicidad tan lejos de tus puntos ciegos.