ℰ𝓁 𝒶𝓁𝒻𝒶 𝒾𝒹ℯ𝒶𝓁.

Burda ilusión

Habían pasado tres meses, en ese tiempo Tanjiro se había dedicado a disfrutar de la compañía de su alfa, sin duda Tomioka era tan lindo y detallista con el que era imposible no estremecerse cuando a la hora de dormir ambos compartían más que besos inocentes en la cama, tan feliz se encontraba que había dejado pasar algunas citas con su médico,para cuando pudo re agendar se vio de improviso en el consultorio el galeno.

Tras una revisión y solicitud de nuevos estudios el médico se dignó a dirigirle la palabra, el omega se preocupó cuando vio al médico mostrar un ultrasonido, mismo que momentos atrás le había realizado, tragó con dificultad cuando el médico comenzó a hablar.

— No es viable, no hay latido, lo siento, llamaré a tu alfa ya que es importante que el te acompañe durante el procedimiento— lo siguiente que supo Tanjiro fue que era preparado por una enfermera, a su lado Tomioka lo veía con profundo dolor, el no hizo más que aferrarse a su mano mientras todo acababa, y es que la vida era tan injusta, llena de burdas ilusiones que al final lo dejaban sin nada.