Edward Miller
El cansancio comienza a hacerse notar en mi cuerpo, cuando salgo de la tina del baño para secarme con la toalla. Los vellos de mi piel se erizan y maldigo en voz baja mientras busco el bóxer que traje para vestirme. El moretón que hay en mi estómago aún me recuerda sobre la estupidez que hice hace unos minutos atrás, cuando trate de proteger a la única mujer que le he cogido mucho cariño en estos últimos meses, aunque fueron pocos pero para mí significan mucho. Así que, no quería dejarla a su suerte solo porque me lo pidió. Así no funciona una amistad.
Me detengo frente al espejo, pasando una mano para quitar lo empañado de él y poder mirar lo que ese maldito y los policías me hicieron. Un rasguño se encuentra en mi mejilla y otro en mi ojo derecho, esta cruzado. Mis labios partidos por los golpes que me dio el hijo de puta. Inspecciono todo mi torso, notando que el moretón en mi estómago, no es el único que está en mi piel. No me gusto la manera en como trate a la chica, pero era para protegerla del golpe que le iba a propinar el bastardo. Claro que tenia que tumbarla al suelo para que no la tocará, pero como siempre, los hombres que se dicen llamar policía, no me dieron la oportunidad de responder cuando ya me tenían acorralado en el suelo.
<<Queda usted detenido por daños a la privacidad>>
Aún recuerdo sus acusaciones, en como me da un golpe en el costado...
<<Yo no soy a quien buscan. No soy el responsable. ¡Sueltenme!>>
Pero nunca escucharon mi suplica, no quisieron escucharme realmente, dejándome a mi suerte en el suelo mientras llegaban los paramedicos. Dolió, pero lo que más me afectó es que hayan agarrado a Cassie para alejarla de mí, diciéndole que era un psicótico. No es la primera vez que alguien me lo dice, siempre me han tratado como si fuera un enfermo, cuando ni siquiera estoy cerca de parecerme a un lunático. Pero los ojos de la chica, me miraban con horror y culpabilidad, pero su expresión cambió cuando me esposaron.
La tortura se incrementa en mí, cada vez que miro más moretones en mi piel. Llevándome con la imagen de mi cuerpo en mi memoria, salgo del baño en silencio, tratando de escuchar a la chica y su esposo. Camino en dirección a la única habitación que hay en la casa, solo para cerciorarme de que estén ahí los dos. La puerta está medio abierta, dejándome más fácil el trabajo, asomo la cabeza para comprobar que están dormidos y acurrucados en la misma cama. Al parecer y por lo que puedo observar, que la chica está abrazada a Harry. Sin saber, pero una sonrisa se asoma en mis labios al verlos de esa forma. Por más insinuaciones que le hago a la chica, nunca me atrevería ponerle una mano encima, pero como me gusta hacer enojar a Styles lo hago.
Salgo de la habitación, cerrando despacio la puerta e irme hasta la sala de estar. Ahí dormire por ahora, el chico está con ella en la habitación y no quiero que mi presencia interrumpa a Styles, solo porque quiero dormir en el mismo lugar que él. Me adentro a la estancia, apagando la luz y acercarme al sillón grande para acostarme, tratando de conciliar el sueño. Acomodo el cojín debajo de mi cabeza y aunque no le gustará a Styles verme desnudo, aclarando que solo llevo el bóxer, me matará cuando me vea. Pero ahorita es más importante mi sueño, que preocuparme por lo que hace o piensa el chico de mí. Cierro mis ojos, debido a que me siento cansado y sin ganas de seguir pensando, me acomodo mejor en el espacio del sillón, dejándome llevar por el sueño y cerrar por fin mis ojos.
Cassie Walker
Recojo mi cabello en un chongo, mientras salgo de la habitación para buscar a Ed. Se me hizo extraño no verlo en la habitación, donde siempre se acomoda cuándo viene a dormirse. A lo mejor no quiso estar en la misma habitación que Harry, se sintió intimidado o algo ocurrió durante el tiempo que estuvo duchándose. Sea lo que sea, le preguntaré más tarde.
ESTÁS LEYENDO
Casada por su obsesión || Libro #1
Fanfiction"Cuando el amor, puede más que la ambición"