Casada por su obsesión || Libro #1

#23: Planes de viaje

Cassie Walker

La puerta de mi habitación se abre y un rostro sonriente aparece. Lo miro confundida y me giro para quedar de frente a mi padre. Dejo el lápiz en el escritorio:- ¿Qué ocurre?- le pregunto al hombre que está de pie en la puerta aun.

-Ven aquí.- ordena, girándose para salir de mi habitación. Me deja con una pregunta en el aire, pero lo único que puedo pensar es que mi madre este esperando a un bebé y que Paul este fascinado con la idea de ser padre de nuevo.

Suspiro al levantarme de la silla y dejando mi trabajo para después. Ya estoy a finales para terminar el semestre y me han dejado de trabajos, como para no salir de vacaciones al menos un año. Salgo de mi habitación y me apresuro en caminar a las escaleras, hasta donde me encuentro, puedo escuchar las voces de mis padres y al parecer están muy tranquilos. Termino de bajar las escaleras y me adentro a la sala de estar. Un par de ojos me observan desde que entro al lugar y sin más, sonrío como si ese era mi única salvación.

Paso a sentarme en uno de los sofás de piel:- ¿Qué sucede?- pregunto de nuevo a los individuos, que no hacen nada solo mirarme con media sonrisa.

-Adivina, hija.- dice mi madre, alzando unos papeles. Frunzo el ceño sin entender, pero luego me acuerdo sobre el embarazo y puede ser que sea eso, que mi madre tenga un bebé.

-¿Qué son?- y sigo preguntando de nuevo, no entiendo este juego de adivinanzas y lo único que ocasiona es que pregunte más y más.

-Ven aquí a averiguar.- ahora habla Paul. Sin pensarla, me levanto de donde estaba y me acerco hacia ellos para tomar los papeles. Antes de mirar las hojas, los miro a ellos dudando de lo que me pueda encontrar escrito, pero bueno, al fin de cuentas tendré que saber.

Leo el encabezado y el nombre de Park Plaza County Hall London aparece ante mis ojos. Paso mis ojos hasta abajo, leyendo cada renglón que se encuentra, sin pasarme ni una. Algo cae sobre las hojas hasta que descansa en el suelo, me inclino un poco para cogerlo sin dejar de mirar el nombre del hotel plasmado en letras de color doradas. Es una tarjeta de hotel. ¡Una tarjeta! Los latidos de mi corazón se aceleran.

-¿Te gusta el regalo?- me preguntan, pero sigo concentrada, sorprendida y confundida por la sorpresa que me han dado.

-Es una tarjeta de hotel.- las palabras salen de mis labios y escucho como mis padres se ríen de mi estupidez:- ¿Dónde queda el hotel? ¿A dónde iremos? ¿Cuándo nos iremos?- suelto las preguntas, ahora mirándolos con una risita nerviosa. Me dejo caer sobre sus piernas y los brazos de mi padre me reciben, besando mi frente. Mi madre se ríe aun de mí:- ¿Cuándo es que...

-Ya hicimos la reservación antes, Cassie.- explica mi padre, recarga su cabeza contra la mía:- Queríamos tener un lugar en ese hotel antes de que las vacaciones llegaran.

-¿Dónde queda este hotel? No he oído hablar de él nunca.

-Está cerca de London Eye.- ahora es mi madre quien me dice.

Me incorporo un poco:- ¿Por qué ahí? ¿Qué no se supone que iríamos a la playa?- mi voz se escucha algo triste y también molesta. Ellos me prometieron llevarme a la playa, me dejaron escoger a donde quisiera ir y quería en serio al mar, sentir el cálido sol y las olas golpeando contra las rocas. En verdad quería salir de este clima y viajar a otro país.

-Cassie.- menciona mi madre.

Me levanto de sus piernas seria, si me gustó la idea de vacacionar, pero él no ir a donde quería, eso sí que no me gusto. Me siento en el sofá de antes, dejo las hojas en la mesita de centro y la tarjeta igual:- ¿Por qué cambio de planes?- medio susurro, pero mantengo mi vista enfocada en el suelo:- ¿Por qué no me preguntaron de nuevo? Sabían que me quería viajar e ir a otro país.