#4: Revelación

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Cassie Walker

Mis oídos son atormentados por la maldita campana, que anuncia la entrada a clases y la hora de sufrir por unas horas. Tomo la pequeña libreta en mis manos, al momento de levantarme de la banca y continuar con mi camino hasta mi aula respectiva. El pasillo por donde me adentro, esta infestado por los alumnos y docentes. Paso de ellos, apresurando mis pasos cuando miro a Romina entrando al baño, sin prestar atención cuando escucho mi nombre.

Llego a mi destino y antes de cometer una estupidez, me fijo en el pequeño letrero de color azul, con el símbolo de un hombre plasmado en la superficie. Romina acaba de entrar al baño de hombres. ¡Lo hizo! Tenía que haber pasado algo trágico como para que ella, venga a este lugar. Tengo dos teorías:

1; Que el baño de mujeres este lleno y no hay donde hacer pis...

2; Que hay un chico guapo dentro y quiere recolectar información del tipo...

Lo más probable que sea la teoría #2, conociéndola como es de loca mi querida compañera, puede hacer malabares solo para llamar la atención. Es muy materialista. A comparación de mí, que soy muy sencilla a mi manera. Pero quien soy yo, para criticar esos puntos sin importancia. No quiero quebrarme la cabeza, pensando en muchas cosas que tengo de diferente con todos que estudian aquí en el instituto, simplemente, soy muy reservada en la forma de actuar en otros ambientes.

Sin más, me recargo al lado de la puerta de color café chocolate, a que Romina salga del baño del género masculino. Dejo mi mochila en el suelo, soltando un suspiro débil, sin ganas de nada y dejando que el tiempo transcurra sin prisa. Observo a cada uno de los alumnos que integran el lugar, como ríen, como señalan, la forma en que hablan y como hacen el ridículo lo hombres por llamar la atención de las mujeres, quienes se cubren para no verlos.

Pobres chicos desesperados...

-¿Qué haces aquí?- una voz hace que gire mi vista, mirando cómo se acerca a mi lado:- ¿A quién esperas?

-A Romina.- respondo sonriendo.

Sabe a lo que me refiero, cuando su sonrisa torcida aparece en sus labios:- Esa chica sí que sabe cómo interferir, ¿no? Esta urgida la pobre.

-Ni que lo digas. En dos semanas es el baile del instituto y necesita conseguir a su adorada presa.- cojo la mochila del suelo, para agarrar el celular que está sonando, indicando un mensaje:- ¿Y tú que tal con el novio? ¿Vendrá al baile?

Se recarga bufando, mientras cruzas sus brazos y haciendo un puchero:- Dice que no quiere venir al baile, por que según él, no es tan divertido si no hay bebidas.

-Creo que dijeron que habrá cervezas, eso sí permitieron los maestros.- miro la pantalla para teclear una repuesta al mensaje que Austin me envió:- Aparte, no es por nada, amiga, pero tu novio no agrada mucho que digamos.- hago una mueca mientras la miro antes de regresar mi vista al celular. Envió el mensaje y bloqueo de inmediato el celular para mirar como Karla hace una expresión de ofendida:- Es la verdad, amiga, no cae nada bien tu novio.

-Mira, Cassie, él es un amor de persona.

Sin querer la risa sale de mis labios, pero la cubro de inmediato con mi mano. No quería reírme de lo que dijo, pero era inevitable. Respiro profundo para controlar mi risa y poder hablar con claridad:- Perdona, no quería reírme así de lo que dijiste, Karla.

Abre su boca para decir algo, pero es interrumpida por la puerta del baño siendo abierta. Ambas miramos a Romina quien sale con un puchero en sus labios, si no la conociera podría reírme de su expresión, pero Karla fue la quien lo hizo ganándose una mala mirada de Romina. Me contuve a como pude, hasta que Romina se retira de nosotras, mostrando su desagrado de nuestra burla. Cuelgo mi mochila en mi hombro, junto con Karla, nos apresuramos en alcanzarla quien entra al aula #11, empujando a todo hombre para adentrarse.

Casada por su obsesión || Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora