Cassie Walker
-Voy.- anuncio saliendo de la cocina, secando mis manos con un trapo que encontré, cruzo el comedor para salir:- ¡Ya voy!- grito fuerte, para quien sea que este al otro lado de la puerta, me escuche. Otro golpe más se escucha y pienso que lo está haciendo de adrede. Abro pronto, antes de que golpee al idiota quien toca así.
-¡Hola!- mis oídos son atormentados, gracias a los gritos que pegaron los chicos.
Me cubro de inmediato, cuando un zumbido se presenta en mi canal auditivo:- ¿Por qué gritan así?- les acuso molesta, me hago a un lado para que pasen al interior de la casa:- Disculpen el desorden, pero apenas traje lo que es mío.- me justifico. Les indico a que pasen a la sala de estar.
Jess mira lo que hay en el suelo:- Sí que hay un desastre.- ríe la chica.
-Jessica.- dice Chris, dándole un golpe en la espalda baja:- No seas tan observativa. Apoya a tu amiga.
-Gracias.- le agradezco al chico, me siento en un pequeño espacio que hay en un mueble:- Llevo hace una semana aquí y hace dos días mis padres me trajeron mis cosas.- miro lo que hay en las cajas.
-Descuida, Cassie, que nosotros por eso hemos venido.- Austin llega con un vaso de agua. ¿A qué momento entro a la cocina? Frunzo el ceño sin entender:- A dar una pequeña ayuda.
-¿Cómo supiste dar con la cocina?- es lo primero que pregunto, me acerco a él y le arrebato el vaso, mi garganta se siente seca:- Gracias por la ayuda. En serio que lo necesito.- digo con algo de tristeza.
-Bueno.- dice Jess, levantándose de donde estaba:- Vamos a comenzar, pero antes, hay que desayunar algo.- propone entusiasmada.
Todos a excepción mía, asintieron sin protestar:- Vayan ustedes, porque no tengo nada para hacer.- informo, regresando de nuevo al mueble en donde estaba sentada:- El dinero se me termino ayer, cuando regrese en taxi.
Un par de brazos rodean mi cuello:- Por ese detalle, no te preocupes, Cassie.- besa mi sien:- Ustedes dos, se quedan aquí a seguir acomodando algo, mientras nosotros vamos a por comida. ¿Les parece?- dice el chico que está a mi lado.
-Creo que si.- me encojo de hombros.
Tan Chris como Austin, se apresuran en salir de la sala de estar y llegan a la puerta:- ¡Comida china!- gritan los dos fuertes. Escucho como mi amiga se ríe ante ese acto, pero yo no puedo encontrar mi risa, solo sonrío cuando el recuerdo de Austin, llega a mi mente.
No me pasa desapercibida, la manera en cómo me siento ante las palabras del chico que se suponía debía estar conmigo. Aún recuerdo lo que me hizo hace una semana. Aun cargo con sus caricias en mi piel, sus palabras tan vulgares y la forma en como quería desnudarme. Duele aceptarlo, pero no queda de otra que dejarlo que haga lo que le plazca, así como me dijo cuándo me dejo en la puerta de la casa de sus padres.
<<No me puedes impedir a que goce de lo que me gusta>>
Y tiene razón, no puedo hacer que se comprometa a algo que no debo. Solo soy su esposa, con suerte, cuando tengamos una reunión familiar, seremos esposos. El chico no sabe que vivo aquí, piensa que llego de la universidad y me encierro en la habitación de donde solía dormir, que solo salgo a comer, a ducharme, cenar y dormir. Pero en realidad, estoy aquí en esta casa sola. Valiéndome por mi misma. No me quiero sentir muy mal, por las palabras que él dijo, acerca de mi persona. Las palabras le que dije, aun están en mi mente, sonando como si tuviera que estar recordándolas.
-.... Digo que no es tan normal.- escucho que alguien dice, pero no presto atención a las palabras:- ¿Cassie? ¿Te encuentras bien, amiga?- la preocupación de mi amiga, es notable en su tono de voz.