Casada por su obsesión || Libro #1

#86: La Última Noche

Cassie Walker

Sus manos levantan el borde de mi blusa de manga larga, pero lo detengo antes de que la retire de mi cuerpo. Dejo sus labios por un momento, mientras retiro la prenda de mi cuerpo, dejando solo mis pechos descubiertos. Mi piel se eriza cuando tiene contacto con el ambiente, pero la calidez de la habitación se integra a mí. Vuelvo a pegarme a su cuerpo, cuando la necesidad se infiltra. Sus manos acarician la piel de mi espalda y busca a tientas el broche del sujetador, no tarda mucho cuando las tiras se deslizan por mis brazos, hasta dejar mis pechos libres. Jadeo cuando mis pezones hacen contacto con su chaqueta fría.

Llevo mis manos a su rostro para volver a besarlo despacio, con ritmo. Luego, bajo mis palmas a su chaqueta para retirarla de su cuerpo y con su ayuda, quita la camiseta quedando solo medio desnudo ante mí. Tira la prenda al suelo y vuelve a juntar sus labios con los míos, abrazandome por la cintura. Mis dedos se enredan en las hebras de su cabello castaño, mientras la otra mano la paso por su torso, acariciando su piel tibia. Me separo por un momento de sus labios y recargo mi cabeza en su hombro, respirando su aroma corporal.

-¿Quieres detenerte?- le pregunto en susurro.

-No. No quiero hacerlo.- dice de igual forma, acaricia mi espalda baja, acercándome más a él.

Suspiro cuando bajo mi mano izquierda por su torso, hasta llegar a la cinturilla del pantalón y localizo el botón para desabrocharlo. Su mano disponible sujeta la mía y sus labios buscan los míos para besarme de nuevo. El cierre baja conforme mi mano entra en la prenda, tocando por primera vez su miembro y jadeando por lo extraño que se siente la piel.

Trato de no pensar en la vergüenza que esto me provoca, mejor me concentro en acariciar aquella parte de él. Me separo de sus labios y sin esperar más tiempo, bajo un poco el pantalón mientras lo empujo hasta que llega a la cama para sentarse en la orilla. Me acerco a su rostro, dejando solo unos centímetros de distancia y bajo a su cuello para besar su piel. Necesito armarme de valor para hacer lo que creo que es conveniente en estos casos.

-C-Cassie...- susurra mi nombre.

Bajo más sus pantalones hasta dejarlo al nivel de los tobillos:- Dejame tocarte.- pido, con el corazón acelerado.

Harry asiente, acomodándose mejor en la cama. Trago saliva, cuando llevo ambas manos al elástico del bóxer para bajar un poco y dejar solo una parte del bulto creciente. Lo miro por unos segundos a los ojos antes de bajar mi atención a su pene. Respiro profundo, tomando con la mano derecha el miembro y comenzar a masajear con delicadeza y a un ritmo lento. Escucho como Harry gime cuando se acuesta por completo en la cama, dándome más facilidad el trabajo.

No sé cuanto tiempo pasa desde que comencé a masturbarlo, pero siento que ha pasado mucho. Observo como el cuerpo del chico, que está frente a mí, se retuerce por el placer que le proporciono con solo ese gesto. Hasta que sus manos sujetan las mías cuando se incorpora y sus labios chocan con los mios, dándome un beso urgente. Mi cuerpo es levantado del suelo, poniéndome ahorcadas en su persona, mientras trabaja en desabrochar el botón del pantalón. Mi espalda desnuda choca con la colcha que cubre la cama, cuando Harry nos gira para quedar encima de mí.

Suspiro al sentir sus dedos fríos dentro de mi ropa interior, para comenzar a acariciar:- Quería hacerte esto cuando nos acostamos por primera vez.- escucho que dice.

Dejo reposando mi cabeza en el colchón:- ¿Y por qué no lo hiciste?- pregunto en un suspiro.

Su rostro inunda mi campo de visión, cuando se pone a la misma distancia:- Porque la necesidad me ganó.- deja un beso en mi mejilla y llega hasta mis labios.