Casada por su obsesión || Libro #1

#40: Casa Nueva

Agosto...

Harry Styles

Miro como la chica comienza a guardar ropa dentro de una pequeña maleta, que se encuentra arriba de su cama. Por suerte para mí, mi padre me dijo que no fuera a trabajar y Paul no está presente, para mirar como su única hija está empacando sus cosas. Alessa por su parte, solo nos saludó y se fue tan pronto como le llamaron para que fuera a trabajar. Así que, técnicamente estamos solos. Yo estoy esperando en la puerta, mientras ella sigue acomodando y deshaciendo cosas.

Escucho como un celular suena, sospechando que es el de ella, ya que, a mí no me han llamado. Cassie coge su celular del bolsillo trasero y mira rápido el nombre que aparece en la pantalla. Observo como su expresión cambia, pero no responde la llamada. Sigue acomodando sus cosas.

-¿Quién era?- le pregunto, mi voz se ha tornado ronca, pero no estoy molesto.

Ella me mira, sin expresión:- Nadie que te importe.- dice brusco. Se acerca al tocador a buscar más de su maquillaje.

-Por algo pregunto, ¿no?

-No.- dice seco. Regresa a la cama, en la otra maleta de mano comienza a guardar los cosméticos que tiene:- No puedo creerlo.- dice desesperada, cuando quiere guardar todo, pero falla en el intento. Eso sí que es extraño:- Maldita sea.- susurra la chica.

-¿Sucede algo?- le pregunto, cuando se sienta al lado de la maleta y lleva sus manos a su rostro. Últimamente, ha estado haciendo ese gesto demasiadas veces, ya perdí la cuenta de ello. Me acerco a ella, para observar lo que está llevando.

-Nada está saliendo bien, Harry. Absolutamente nada.- dice molesta, suspira para controlarse o eso quiero pensar. Se levanta de la cama, lleva una mano a su cabello y pasa sus dedos por las hebras sueltas. Regresa a su trabajo de guardar lo que esta regado en toda la cama.

-Cassie.- llamo, cuando se hinca para coger lo que se cayó al suelo. Ella me mira y asiente:- Tenemos que hablar de una vez.

-Yo no, Harry. Así déjalo.- se apresura en decir, guardar un labial en un bolso pequeño.

-No es una pregunta.

-Tampoco es una orden.- ataca la chica, ignorando mi presencia. De nuevo, su celular suena, pero no hace nada por cogerlo.

-¿Por qué no respondes?- la molestia se infiltra en mi tono de voz.

Sus manos se detienen de inmediato, un suspiro sale de sus labios y me mira desde su posición, sin levantarse del suelo:- Sea como sea, vamos a discutir por una estupidez.- se levanta del suelo, su mano toma el celular y lo lanza a la cama:- Pero prefiero, ser yo quien inicie la discusión y no otro.

Frunzo el ceño, dándome cuenta de quién se trata:- ¿Es él?

-Si.

-Bien.- suspiro, humedezco mis labios para decir:- Ya ha pasado una semana de la boda, Cassie.- le recuerdo sobre el evento, donde dejamos a todos sin despedirnos:- Por más que intento decir algo más coherente, cada que me preguntan acerca de cómo me siento.... No sé qué decir.

-La verdad o miente. Lo más favorable para ti, me imagino que sería mentir y fingir que todo marcha bien.- se encoge de hombros, hace a un lado su maleta para sentarse:- Lo único que quiero que me digas, Harry, es la razón del por qué esa Lupita sabia del compromiso.

-No le dije nada, Cassie. Desde que llegamos del viaje, no he hablado con nadie con respecto a eso.- me excuso rápido, aunque es la verdad.

-¿Seguro?

-Solo le he comentado a Louis, pero nada más a él.- por fin digo, confirmando las sospechas de la chica. Ella me mira molesta, pero relaja su expresión.