Casada por su obsesión || Libro #1

#56: Silencio

Cassie Walker

Me siento en la mesa, una vez que salgo de la cocina con mi plato de cereal en la mano y un vaso de jugo en la otra. Harry no ha aparecido, salió en la mañana sin decir nada, solo se marchó de aquí, dejándome sola. Pero eso sí, me advirtió que no quiere mirar al chico de anoche en casa. Comienzo a desayunar de mi cereal y a esperar a que algo suceda pronto. No quiero estar siempre sola, es muy estresante tener que escuchar nada. Solo espero que Styles no se le ocurra verse con otra puta, porque esta vez, sí que me voy de aquí y le pido el divorcio. Aun que, no me sorprendería que se estuviera viendo con una zorra cuando sale, por eso es que no me invita a salir o a comprar al menos comida. Puede que esté haciendo eso o que se haga el idiota como siempre.

Después de unos minutos, termino el cereal y tomo lo que queda de jugo en el vaso. Empujo los trastes hacia el frente, hasta la mitad de la mesa. Subo mis brazos para recargarlos y apoyar mi cabeza sobre ellas, mirando hacia la sala de estar. Me voy a deprimir muy pronto, sino salgo de aquí. Realmente no me gusta estar encerrada por mucho tiempo y si sigo así, jamás saldré de casa.

La puerta es abierta y cerrada después de que Harry entre al interior de la casa. No hago nada por levantarme o por hacer algún ruido, solo lo observo en silencio. Sus ojos llegan a mi mirarme cuando se acerca a la mesa, con bolsas blancas en la mano y en la otra tiene una bolsita pequeña que lleva plasmado Mimí & Red. Frunzo el ceño, ¿por qué razón Harry iría a comprar en esa tienda? Eso es algo extraño, al menos no lo había visto comprar algo. Me incorporo cuando miro como deja la bolsita en la mesa y las otras bolsas en el suelo.

-Ábrelo.- ordena con serenidad el chico. Sus ojos no demuestran mucha emoción o algo que diga que está bromeando.

Con inseguridad, levanto mi mano hasta alcanzar la bolsita y mirar lo que contiene. Una caja color morada es lo que hay dentro de ella, hago la bolsita a un lado para concentrarme más en el objeto. Miro una vez más a Harry y regreso mi atención a la cajita. Mis movimientos son muy lentos e inseguros, pero es porque quiero prepararme para cualquier cosa, como si pudiera ser una broma de mal gusto o encontrarme algo ofensivo. No quiero que sea ría de mí. Con cuidado abro la caja y mis ojos se encuentran con un brazalete. Siento como mi corazón se ha acelerado por el pequeño detalle que me he encontrado dentro. Realmente es hermoso.

Miro al chico que sigue frente a mí, con una expresión relajada y le pregunto:- ¿Por qué?- no puedo formular la pregunta, así que solo digo lo básico. Saco el brazalete de su lugar para observarlo mejor.

Consta de tres pulseras enlazadas de color café oscuro. Una tira es trenzada, la segunda tiene un circulo y dentro de ella hay un corazón con un pequeño diamante en una orilla, y la última tira tiene el símbolo del infinito, donde es agarra de las orillas. Sinceramente, es un detalle muy lindo de su parte y una sonrisa se ha asomado por mis labios ante tal belleza de regalo. Miro al chico una vez más y sin saber, me abalanzo sobre él para darle un abrazo sincero. Llevamos unos meses de casados y es la primera vez que me regala algo así de tan hermoso. Me ha sorprendido Harry por primera vez.

Pero tú no le has dado nada.

La vocecita dice lo que estaba olvidando. ¿Qué día es hoy? ¿Harry me ha dado este detalle por nuestro aniversario? ¿Realmente lo hizo? Me separo de él, cuando la culpabilidad se mezcla en mi interior y las preguntas comienzan a dolerme. Hoy es 25 de noviembre. Hoy es nuestro aniversario #4 de meses. Le regreso el brazalete algo nerviosa y tensa por las emociones oprimidas.

-N-No puedo aceptarlo, Harry.- digo insegura de mis palabras.

-¿Por qué no? Estamos casados. Creo que en los matrimonios se deben regalar detalles, ¿no?- comenta dando su punto de razón. Frunce el ceño cuando toma el brazalete y sujeta mi muñeca para ponerlo en ella:- Además, me aconsejaron a que debo hacerlo.- dice después de cerrar el broche.