Casada por su obsesión || Libro #1

#5: Linda Tarde

Cassie Walker

Mi respiración se descontrolo y siento mi cuerpo temblar de los nervios, que la mirada de mis padres provocan. Me siento peor yo, casi hasta morir del pánico. A comparación de Austin, él está quieto, observando sin ningún rastro de nerviosismo o que juegue con sus dedos delgados, solo está observando sin decir palabra alguna. A mí me dará un ataque cardíaco, mi corazón está bombeando a ritmo desesperado y por más que me diga que no pasa nada, es inevitable que mi cuerpo obedezca.

Suspiro exagerada, al mirar como Paul extiende su mano para tomar el vaso, pero sin retirar la mirada en Austin, queriendo asesinarlo y aquí la única quien quiere atacarlos soy yo. El ambiente se estaba tornando muy tenso o así lo siento.

Dios, que ya termine esto de una maldita vez.

-Muy bien, Austin...- comienza decir Paul, subiendo la pierna encima de la otra, haciendo su pose más común:- ¿Qué era eso de lo que querías hablar? Ya que, Cassie nos detuvo a que no nos fuéramos, porque tu querías decirnos algo importante.

Los ojos de Austin me miran con una ceja levantada, mientras una sonrisa salía de sus hermosos labios rosado:- Así es, señor Walker.- responde, fijando ahora sus ojos en ellos:- Lo que quiero decirles.... Ustedes me conocen como el amigo de su hija.

-¿Cómo que conocen?- ahora mi madre frunce el ceño, cruzando los brazos:- Dilo de una vez, Austin.

Antes de que él les diga, me pongo de pie para acercarme a Austin, entrelazando mis dedos con lo suyo. Sus ojos demuestran pasión y asiento para que continúe con su charla:- Bueno.... Quiero pedir permiso para que me dejen salir con su hija.

El silencio se forma cuando lo dice, haciéndome fruncir ahora mi ceño al ver que no hay respuesta. ¿No le dirán nada? ¿Permanecerán en silencio durante la visita de Austin? Los mire algo molesta y si, siento frustración porque aún no responde a lo que Austin les ha comentado. Él vino con la intensión de pedir permiso para ser novios oficiales y ellos, solo están en silencio. Como si, no fuera importante lo que eso significa para nosotros.

Mi madre se pone recta, mirando a Paul con una mueca y señalando hacia nosotros:- Tenemos que responder, Paul, a lo que el muchacho nos ha mencionado.

-Solo lo menciono, mas no nos preguntó si podía salir con nuestra hija.- comento mi padre divertido y por primera vez, solté el aire que no sabía que detenía dentro de mí.

Me levante del sofá, dejando la mano de Austin para suspirar y relajarme. La tensión sigue dentro de mí y no puedo estar molesta ni tranquila, sabiendo a lo que ellos se refieren. Mis pies se detuvieron frente a Paul, lo mire con el ceño fruncido mientras cruzaba mis brazos, para dar un toque de molesta.

-¿Es en serio?- mi pregunta sale brusca, pero no está muy cerca de sonar molesta. Una sonrisa quiere brotar de mis labios, pero no daré ese pequeño gusto. No ahora:- Paul, no puedo creer que hayas dicho esto.... Creo que.... No sé. Tal vez tienes que ser menos protector con tu única hija.- exclame sin levantar la voz.

Mi padre se ríe:- Cassie, tranquilízate por un momento. Todo está bien.... Por ahora.- susurro lo último.

Unas manos se posaron en mis hombros, haciendo que voltee para mirar sus ojos puestos en mí. Austin tomo mi mano, entrelazando nuestros dedos y jalándome un poco. Me sonrío por un momento, guiñándome un ojo.

-Señor y señora Walker.- se aclaró la garganta un poco:- Hay algo que quiero preguntarle y espero que, me entiendan en esta situación.- aprieta más mi mano conforme sus palabras brotan fuera de sus labios:- ¿Me dan la oportunidad de salir con su hija?