Alex y Kara estaban en el apartamento de la menor, acomodando los sofás, sacando los juegos de mesa, abriendo bolsas de comida chatarra y en general preparando todo para la noche de juegos. Kara en verdad necesitaba una de esas, amaba competir a muerte en cada uno de los juegos y siempre ganaba. Por otro lado estaba ansiosa, mucho. Iba a ser la primera noche de juegos para Lena, aunque eso lo tenía controlado, estaría en su equipo y miraría mal a quien se atreviera a decirle algo a su amiga. Eso era lo que no tenía bajo control, sus sentimientos por ella.
Sin notarlo se había quedado en el sofá con la mirada perdida, Alex la miraba con confusión.
—¿Todo bien, Kara? —Le pregunta, con su usual preocupación en la voz de cuando su hermana pequeña no está precisamente bien.
—Sí, quiero decir no, pero no es nada para preocuparse —Agrega rápidamente.
—¿Es Lena? —Cuestiona su hermana, intentando ser delicada, pero impregnándole mucha dureza a su voz.
Kara frunce el ceño—¿Cómo lo sabes? —Pregunta a cambio.
—Así que lo es, ¿Qué te dijo? —Ignora su pregunta, empezando a pensar muchas formas en las cuales amenazar a Lena.
—¿Debía decirme algo? —Le frunce el ceño de nuevo—¿Qué sabes? —Interroga levantándose del sofá y señalándola con el dedo.
Alex levanta las manos—Nada —Dice mientras maldice su gran bocota—Entonces, si no te dijo nada, y no es que tuviera algo para decirte, ¿Qué pasa con ella? —Vuelve a preguntar.
—Nada —Dice también, pero su hermana la mira como suele hacerlo cuando interroga criminales, por lo cual se rinde—Bien, pero no hables, no digas nada y sobre todo, no actives tu modo superhermana, ¿De acuerdo? —Alex ni siquiera trata de detener a su mente cuando esta le recuerda las muchas formas de torturar a alguien con sólo el pulgar, pero asiente firmemente.
—Bueno, yo... —Kara se aclara la garganta y empieza a caminar en círculos, voltea a ver a Alex, quien la mira con el rostro aterradoramente serio y eso no la ayuda—Creo que... —Vuelve a tumbarse al lado de su hermana—Es algo que nunca antes me había pasado —La ve fruncir aún más el ceño, por lo cual se apresura a agregar—Quita esa cara, no es nada malo —Pero por alguna razón no puede controlar su voz o sus ojos brillantes, suspira, evitando la mirada de su hermana mayor. Casi puede escuchar sus pensamientos acerca de cómo asesinar a Lena y no dejar huella.
—Me gusta Lena —Suelta, cerrando los ojos, como si eso disminuyera el impacto de sus palabras. El silencio atronador la obliga a abrir un ojo, tal vez Alex se haya desmayado de la impresión, pero la ve en su lugar, con una sonrisa burlona en el rostro.
—Dios, ya era hora —Kara la ve atónita—Se notaba a leguas en Lena, pero en ti... —Su hermana pequeña suelta un enorme grito, deteniéndola.
—¿LE GUSTO A LENA LUTHOR? —Grita Kara a un tono en el cual todo el edificio descubre que alguien le gusta a Lena Luthor.
—Kara, mis tímpanos y ¿cómo no te has dado cuenta? Te ve como si fuera un cachorro perdido y tú la persona rescatándola, pero oye, espera un segundo, yo no te dije eso, si Lena sabe que te lo dije va a asesinarme y yo qué sé, tal vez es así como ella ve a su mejor amiga, mira mejor habla con ella e ignórame —Añade rápidamente, sin detenerse a respirar—Aguarda, ¿eres bisexual? —Pregunta Alex, volviendo sobre su conversación, porque su hermana probablemente acaba de salir del closet.
—Eso creo —Responde, otra vez con la mirada perdida en algún punto infinito, ¿Ella le gusta a Lena Luthor? O Alex sólo está viendo cosas donde no las hay—No quiero arruinar mi amistad con ella, Alex —Dice, volteando hacia su hermana—Ella ha estado conmigo y ha sido fantástica, no quiero alejarla con mis sentimientos —Comenta, aceptando su mayor miedo.
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El sol encerrado en una habitación
FanfictionKara Danvers no la está pasando bien, nada bien. La vida le importa mucho menos que antes y apenas tiene fuerzas para salir de la cama o para fingir estar bien frente a su hermana y amigos. Lena Luthor es nueva en la ciudad. Kara debe entrevistar a...