Kara yacía en una camilla de la DEO, removía inquietamente los dedos sobre su regazo, su hermana a su lado estira el brazo para tomar su muñeca deteniendo su movimiento para insertar la intravenosa. La rubia mira con consternación cómo la aguja perfora su piel sin ningún impedimento, era una sensación incómoda y nada familiar. Lena entra entonces con Brainy detrás, en las manos y sujetándolo con una precaución casi exagerada tenía el dispositivo que, idealmente, devolvería sus poderes a Kara. Con un parecido aterrador a una jeringa y una recubierta metálica, el aparato tenía una abertura de cristal en la cual se podía observar un brillo singular, como el sol. Con cuidado, Lena lo deja en la mesa auxiliar al lado de Alex, dando dos pasos atrás y mirando atentamente la pantalla con los signos vitales de su novia. Todos guardan silencio.
—¿Estás lista? —Pregunta Alex y Kara traga con fuerza antes de asentir.
—Lo estoy —Dice con seguridad enfocando la mirada en Lena, quien intenta mantener la calma.
—Cajas pequeñas —Escucha susurrar a Brainy y casi sonríe.
—Bien, empecemos —Dice Alex, tomando la jeringa de la mesa con sus guantes de latex, sus manos profesionalmente tranquilas le dan a Lena seguridad. Todo saldrá bien se dice a sí misma y en verdad lo espera. Observan la jeringa atravesar con facilidad la piel de Kara, quien frunce el ceño ante el piquete y al tiempo que suelta el aire, su hermana empuja el embolo, introduciendo la radiación en el cuerpo de la rubia, quien cierra los ojos al sentir el líquido caliente recorrer sus venas, dejando una sensación incómoda a su paso. El embolo llega al tope y los presentes sueltan el aliento, recuperando la respiración—¿Cómo te sientes? —Cuestiona la castaña, prestándole atención a la pantalla de signos vitales.
—Como si me calentaran por dentro —Dice Kara, quien siente un horno detrás de sus costillas aunque sin llegar a quemar—Pero nada más —.
—Puede tardar cerca de 15 minutos en hacer efecto, según mis cálculos —Dice Brainy y Lena asiente, recuperando tanta información como le es posible sobre el organismo de Kara y sus posibles reacciones.
—Es normal, de forma usual tu cuerpo tiene una temperatura más elevada que la nuestra, deben ser tus órganos asimilando el cambio —Comenta la pelinegra, viendo a su novia asentir. Mientras Alex se acerca con un termómetro.
—Mantendremos control sobre tu temperatura, no queremos llevar al límite tu cuerpo —Dice su hermana, colocándole el termómetro y dándole una sonrisa tranquilizadora.
Los próximos quince minutos se extienden sintiéndose como una eternidad, Lena sentada al lado de la camilla de Kara sujeta ligeramente su mano, mirando ansiosamente hacia el reloj de la pared. En cambio la rubia se esfuerza por notar algún cambio en sí misma además del aumento en su temperatura. Brainy y Alex se pasean por la habitación, haciendo anotaciones y verificando más veces de las necesarias los signos vitales de Kara. El reloj marca 13 minutos desde la inyección, quitándole la esperanza a la ojiazul, quien suspira, cerrando los ojos con frustración, sintiéndolo entonces: El tacto ligero de Lena en su mano se hace más sensible, su piel parece más cercana, sus fosas nasales se llenan del olor de la enfermería: alcohol y medicamentos, también la fragancia de su novia con la de Alex, mezclándose en sus receptores nasales, saturándola.
Aún con los ojos cerrados reconoce lo brillante que van a estar las cosas, sus parpados no siendo escudo suficiente para el brillo y por Rao, los pasos ansiosos de Alex por la habitación están martillando su cabeza. Si se concentra puede escuchar el estornudo de alguien en la sala central, cómo duele. Suelta un quejido, el cual alerta a Lena, quien aprieta su mano antes de levantarse.
—¿Todo bien? ¿Algo duele? —Dice y Kara debe esforzarse por ajustar su oído para no sentir que le grita.
—¿Podrías pasarme mis lentes? —Responde levemente la rubia, aún cerrando los ojos, siente a Lena moverse para luego escuchar sus tacones. Rao, está torturándola. Su novia deja sus lentes sobre su mano, permitiéndole a Kara acomodarlos sobre el puente de su nariz, luego abre los ojos, sí, todo brilla demasiado—De preferencia no griten, pero puedo escuchar cómo laten todos sus corazones —Alex lanza un grito que acalla con sus manos, Brainy sonríe y Lena suspira con alivio—Puedo sentir todo, es horrible —Dice Kara con un puchero.
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El sol encerrado en una habitación
FanfictionKara Danvers no la está pasando bien, nada bien. La vida le importa mucho menos que antes y apenas tiene fuerzas para salir de la cama o para fingir estar bien frente a su hermana y amigos. Lena Luthor es nueva en la ciudad. Kara debe entrevistar a...