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•FARGAN•

Me desperté temprano como pude y salí directo a la casa donde solía vivir con Alex, toque la puerta una vez, nadie contestó, volví a hacerlo, y esta vez, alesby abrió con una toalla en mano, parecía estar a punto de irse a bañar, tambien noté como sus ojos parecían hinchados y rojos, como pensé, habia estado llorando y por mi culpa - que qui~ - dejó de hablar cuando me vio y se puso serio aunque note como sus ojos se cristalizaban.

Sin querer mirarme cerró la puerta y a pesar de mis imploros se negó a volver a abrirme. A los minutos decidí marcharme y sin saber que hacer llame a mis hermanos oscuros para que nos juntemos.

- lo sabe - suspire dejando caer mi cuerpo sobre la silla - ¿qué sabe? ¿de qué hablas? Fargan, habla ya - insistió rubius sentándose a mí lado mientras la pierna le temblaba por los nervios.

- de mi, la máscara tenía un cabello mío, ya lo sabe y vegetta también - repeti apoyando los codos en la mesa para poner mi cabeza sobre mis manos así no tenia que ver a ninguno de los dos. Al escuchar el último nombre, rubius no pudo evitar asustarse y abrir los ojos como plato.

- sabia, sabia que algo tenia, con razón estaba tan raro vegetta - dijo rubius que se paró al escucharme para luego comenzar a caminar sin sentido por todo el lugar mientras que willy se quedó parado en una esquina con un cigarro en mano.

- ¿sabe de nosotros dos? - por fin decidió hablar, negué sin decir ni mirar a nadie - ¿y qué piensas hacer? - me preguntó nuevamente dándole una aspirada al cigarro.

- no se, no se, por eso necesito su ayuda ¿qué hago? Ayer le vi destrozarse en mi propia cara, dormi aquí pues no tengo donde más, y hoy se negó a hablarme, por favor, ayuda - suplique ya sin saber que más hacer, ahora era rubius el que se quedaba en silencio en el sillón sin parar de pensar.

- sabes que no podemos hacer nada, fargan - dijo willy sentándose a mí lado apoyando una mano sobre mi espalda - la hermandad lo dejó así, por eso mismo la hermandad no hará nada, no queremos causarle más daño, solo te queda insistir y esperar a que acepte esta parte de ti, pero nosotros solo te podemos desear suerte - dijo dándome algunas palmadas en la espalda y junto a rubius se pararon para irse - si necesitas algo de ayuda para que te perdone avísanos, sabes que siempre estamos, cuídate y ya verás que todo saldrá bien - dijeron antes de salir a lo que yo asentí. Ahora volvía a estar solo, pensando en que hacer.

°°°

Alex estuvo toda una semana evadiendome, no me dejó ir a trabajar pero por otra extraña razón tampoco me encerró en la cárcel del pueblo. Esta noche iba a volver a su casa para que me contestara, pero no se cuanto tiempo más seguiremos así. Odio no poder dormir tranquilo por haberle perdido, odio esta maldita sensación de angustia y tristeza, y lo peor de todo, es que esto es lo que Alesby me describía que sentía por la hermandad, yo le hice sentir así de mierda por muchísimo tiempo y cada día me arrepiento más de todo.

Fui a su casa pero no había nadie, solo Jimmy que estaba en el sillón tranquilo, pero las luces apagadas y no se oía ningún ruido y claramente aún era muy temprano para que el este durmiendo. Me quedé varios minutos esperando en el jardín que tenia pero nada, nadie venía.

Decidí marcharme y al bajar la colina ahí estaba, con la cabeza gacha y caminando lentamente a unos cuantos metros de mi. Me acerqué lo más rápido que pude - alesby, por fav... - quise seguir hablando pero me pasó de largo como si de un poste me tratase.

- alexby, escúchame - dije serio para acelerar mi paso y clavarme frente a él interrumpiendo su camino a la colina - ¿que quieres? ¿qué me vas a decir ahora? ¿Que no querías lastimarme? ¿O qué pensabas dejarlos en algún momento por mi? Vamos, dilo, dime que excusa tienes para mí - dijo enojado mientras caminaba hacia mi, a punto de chocar nuestros cuerpos si no me movía para mis espaldas.

- no tengo excusa, Realmente nunca fui del todo consciente por como mis actos podrían afectarte, pero tampoco pienso dejarlos, claro que no lo haré - dije sincero y como respuesta solo suspiró enojado y rodeando los ojos, quiso pasarme de largo aunque le tome de los hombros para inmovilizarlo y así seguir hablando.

- no los pienso dejar porque son mis hermanos, como Jimmy estuvo para ti en todo momento ellos me ayudaron a mí, antes de lo de dulce, incluso antes de que tu llegaras a mi vida - solté con los ojos cristalizados mirando al cielo para no largarme a llorar.

- sabes, tuve una muy mala época, antes de todo esto, antes de llegar al pueblo, mi vida era un verdadero desastre, pero ellos, ellos me salvaron la vida, literalmente, me dieron algo que me levantaba los ánimos y me ayudaba a querer seguir. Y no, no era explotar huertos o molinos, eran ellos, era tener la familia que nunca pude conseguir - dije ya sin poder aguantar las lágrimas al recordar todos esos malos momentos.

- ¿y no te crees que yo eh estado igual que tu? - dijo gritándome también con lágrimas en los ojos - entiéndeme alesby - dije levantando mi tono de voz.

- pues entiéndeme tu también - dijo llevándose las manos a la cabeza en forma de desesperación. Todo se había transformado en una escena completamente triste y tóxica, llena de gritos y llantos por donde lo miraras.

- ¿entiendes que ni siquiera puedes decirme quiénes son? ¿Que aunque quiera perdonarte seguirás consiente de la mierda que vivo? -

- pues claro que no te lo diré ¿cómo crees? Dios, esto no debía pasar alesby - dije aún con la voz elevada llevando mis manos a mis ojos para secar las lágrimas - ¿y qué esperabas que pasara? No entiendo ¿realmente me quisiste en algún momento o siempre fingiste? - preguntó

- alesby claro que te quise... alesby te amo y no soporto esta mierda que estamos viviendo, ninguno de los dos lo soporta - dije sincero mientras sentía como el corazón se aceleraba a mil por segundo. Todo era una maldita combinación de emociones tan mixtas que no podía comprender.

- exacto, ninguno de los dos la soporta, yo también te amo fargan ¿porqué crees que no te encerré en la cárcel aún? pero no estamos destinados así que vete y déjame vivir mi vida - dijo acelerando el paso para terminar chocando nuestros hombros, dejándome ahí mientras caminaba para irse a las escaleras que subían la colina.

- si lo estamos - le grite mientras le miraba subir los primeros escalones. Al escucharme se quedo parado como si estuviese en estado de shock - ¿de qué hablas? - dijo ya en voz baja dándose la vuelta para verme.

- el día de la misión, los chicos que desaparecimos fuimos a una cueva, en un cofre de allí había pociones arrojadizas - dije acercándome a él bajando la voz - nos las tiramos y caímos desmayados, al despertar estábamos fuera, fue cuando los encontramos - dije recordando todo con extremo detalle, pues ¿quién olvidaría ese día?

- todos teníamos unos hilos rojos en nuestros dedos meñiques que al parecer solo nosotros veíamos, era lo de la leyenda, lo que tú creías y esperabas encontrar - tomé un suspiro  antes de seguir con el recuerdo mientras le veía escuchando todo atentamente - el de rubius conectaba con el de vegetta, el de willy con el de luzu, el de mangel con el de lolito... y el mío con el tuyo -

Al terminar de contar lo que había pasado le vi y notaba su cara de sorpresa por todo lo que había escuchado, el realmente creía en esa leyenda - ¿tú y yo? - preguntó a lo que yo asentí con una pequeña sonrisa ladeada secandome las últimas lágrimas que quedaban.

- alesby - susurré acercándome pero el se alejó subiendo algunos escalones más - no, tengo que pensar muchas cosas, luego te llamo, fargan - dijo para luego acelerar su paso y subir las escaleras en pocos segundos.
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Wenas!!!
Aaaaaa, ya queda muy poquito para el final pero quien soy yo para adelantar
Espero les haya gustado Z4

HILO ROJO  《FARGEXBY》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora