Mi Mundo Es Increíble (NamJin)

16. Padre

Ser padre o madre significa tener que sacrificar mas de lo que crees en un principio, debes dejar muchas veces tus necesidades de lado, por darle a tu hijo la comodidad y cariños necesarios para vivir.

Es caminar por un sendero sin retorno, sin un mapa por el cual guiarse, nadie te enseña a ser padre, no existe un manual para ser el mejor en ello y por eso muchas veces terminan equivocándose.

Pero por cada error que se cometa, se termina por aprender y comprender que ser padre o madre es mucho mas que tener un hijo, es aprender sobre el incondicional amor que una criatura puede traer a tu vida, es revivir esa pura inocencia de infante y que el amor puede ser expresado por mas que palabras.

Para Kim SeokJin, ser padre no fue fácil, no es como si el amor inocente de un recién nacido te diera para comer.

Y para un hombre de 20 años, sin trabajo y con una hipoteca que pagar no era un camino fácil de cruzar.

Cuando TaeHyung nació, todo era para el pequeño bebé, la comida, la ropa, el tiempo y las migajas eran para él y SeokJin nunca se arrepentiría de sacrificar tanto por su hijo.

La llegada de JiMin y años después de JungKook le hicieron revivir aquel sacrificio, no le molestaba, adoraba a los 3 por igual, no importaba de donde procedía cada uno, SeokJin volvería a caminar sobre el mismo camino una y otra vez, si con ello tenía a esos tres revoltosos con él.

- ¡Appa!- El grito del mayor de sus hijos lo despertó de su ensoñación, había ido a buscar a sus dos hijos mayores de las clases de danza después de haber recogido a su bebé de sus clases avanzadas.

- ¡Hola niños!- Ver a sus hijos acercarse con sus bellas sonrisas era lo mejor de su día, eso sumado a las interesantes anécdotas de su día.

- Buenos días Señor Kim- Le saludó la pequeña amiga de sus hijos.

- Buenos días BoRa-Ssi- Ver a la bonita niña sonreírle le daba muchas ganas de tener una hija, no es que no quisiera a sus retoños, pero siempre había querido tener a una pequeña niña a la que vestir como princesa.- ¿Qué tal su día?

- ¡Fue muy divertido! ¡BoRa hizo que castigaran a JiSoo!- Contó emocionado su hijo y ante la confusión, SeokJin preguntó de que se trataba, escuchando la anécdota con detalles.

Le hirvió la sangre saber que esa niña seguía molestando a su bebé cachetón, pero mas ira le quemó la sangre al saber lo que esa niña le dijo a BoRa.

- ¿Y tu estas bien con eso pequeña?- Preocupado le preguntó a la niña, quien solo se encogió de hombros.

- No es como que sea mentira, pero ya no duele como antes.- Esas palabras lograron encoger el corazón del mayor, no era sano que una niña pensara así y lo sabía muy bien.

- ¿Crees que tus padres no te quieren?.

- Creo que Mamá sí, a su manera, pero mi Papá, bueno, con él apenas hablo y siempre trabaja así que no lo veo seguido, pero no importa, creo que ya me acostumbré.- La sonrisa en los pequeños labios de la niña no llegaba a sus ojos, el tema del divorcio de sus padres aún era una herida abierta en su corazón.

SeokJin era de corazón débil, no podía dejar que esa pequeña sufriera de esa manera y entendía de sobremanera el sentir que tus padres no te aman.

Cuando un automóvil negro se estacionó cerca, SeokJin de inmediato supo que hacer.

- Niños, porqué no juegan un momento por allá- Dijo apuntando a las escaleras de la entrada del estudio de baile- Tengo que hablar con alguien, ¿ok?- cuando los niños asintieron y se fueron, SeokJin rápidamente se acercó al hombre de traje que salía del lujoso automóvil.