Cansado

Entre tus dedos

POV Mew

Aún podía sentir un ligero temblor dentro del estómago, dándole una sensación de descompensación. Pocas veces había tenido que recurrir a las mentiras, pero menos aún cuando se trataba de decirle una a su padre. No era necesario ser alguien muy listo para darse cuenta de que la excusa que había dado era menos que creíble. Probablemente si hubiera sido un niño su padre no lo habría mirado con reproche tal como lo hizo cuándo finalmente llegó a la mesa luego de permanecer en el baño por un prolongado tiempo.

Sabía que su familia sospechaba de lo que había sucedido, sin embargo no mencionaron nada al respecto pero aún así podía darse cuenta de la manera en la que lo miraba, su madre de reojo, su padre con mirada severa y su hermana sólo tenía la mirada fija en la comida que tenía frente a ella.

Había preferido optar por retirarse con la promesa de que iría a su casa a descansar un poco. Tal vez el pretexto habría sido creíble si les hubiera dicho que todo había sido producto de la gran carga laboral que tenía y que era por ese motivo que se había sentido mal y su cuerpo se había descompuesto, pero todo aquello solo tendría que quedar en un mero pensamiento porque no había querido ir a su casa y quedarse ahí sabiendo que en otra parte había alguien esperando por él.

Había manejado aun sintiendo la tensión ejerciendo presión sobre sus hombros y cuello. Su cuerpo empezaba a sentirse cansado, más de lo normal, como si de un pesado y largo día de trabajo se tratase. Lo sentía, sabía que estaba agitado y tembloroso por el incómodo momento que había pasado.

Finalmente había llegado, pero al caminar podía sentir sus pasos pesados, como si cada pie fuera de plomo. Arrastraba sus pasos hacia el ascensor, tocando el botón que lo llevaría hacia el piso que quería pero todo era casi automático. No se sentía realmente conciente de lo que estaba haciendo, aun con la mente en el restaurante y recordando las miradas que había recibido en un principio.

Había abandonado el elevador de la misma manera en la que había subido, sin darse cuenta de lo que hacía o si había o no algo al frente. Caminó de manera automática frente a la puerta, tocando con insistencia. Solo quería entrar y verlo.

Finalmente todo había empezado a tener sentido cuando lo pudo ver al abrirse la puerta. Su rostro denotaba preocupación pero una distinta a la que él tenía. Quizás era por su mirada o la expresión que su rostro dejaba ver, pero podía darse cuenta de que N'Gulf lo miraba de una mera peculiar.

Relatarle lo que había pasado había sido poco más que vergonzoso y humillante. Nuevamente se sentía como un idiota que solo había podido inventar un pretexto mal elaborado.

A pesar de todo, se sentía mejor, menos cansado y preocupado. Estar a su lado era como tomar un tranquilizante, uno muy poderoso, pero al mismo tiempo era sentir el calor de una hoguera naciendo en su interior. N'Gulf era la clase de persona que lograba calentarlo con su sola presencia. Era coqueto y sensual pero al mismo tiempo aun conservaba ciertos rasgos inocentes, y era precisamente esa combinación la que lo volvía completamente loco.

Aún recordaba sus gemidos, tanto los del carro como las que había escuchado a través del teléfono. Cada uno lo había calentado de maneras distintas, pero debía de reconocer que el tacto de su piel rozando sus dedos era algo insuperable. Era suave pero sin parecerse a una mujer. N'Gulf era alguien que le provocaba ganas de marcarlo como un animal pero también de ser suave y respetuoso. Quería causarle placer con besos y caricias pero también quería arremeter contra su cuerpo con desenfreno.

No lo sabía o aún no entendía del todo si realmente N'Gulf lo provocaba adrede o si lo hacía de manera inconsciente, pero cada movimiento suyo era como una pequeña invitación a seguir más allá. A todo se le sumaba aquellas miradas discretas que le lanzaba como dardos...Las había notado desde mucho tiempo atrás pero prefería no decir nada al respeto. Tal vez si lo hacía, esa magia se acabaría. Quizás esa era la manera que usaba para llamarlo o atraerlo sin usar las palabras. Lo sabía porque así era él.