POV Gulf
Llevaba tres días pensando sin parar sobre esas dos palabras que aún le rondaban por la cabeza como si se las hubieran dicho apenas unos segundos atrás.
"Cita"
"Novio"
Desde esa llamada infructuosa, esas dos malditas palabras tan simples se habían convertido en un dolor de cabeza que no tenía manera de aliviar.
Quería encontrar una manera para solucionar esa situación, pero por más que pensara, las ideas no llegaban. Cada plan que armaba lo iba descartando, porque cada uno sonaba más absurdo que el otro.
¿Averiguar a qué lugares salían y armarles un escándalo? Simplemente ridículo y algo que definitivamente nunca haría, además de que prefería evitarse la humillación pública de ser rechazado como lo había sido tres días atrás.
¿Aparecer nuevamente en la puerta de su casa? Probablemente no estuviera por salir a una cita con su jodido novio, además de que era casi seguro que su familia no lo viera con buenos ojos en caso de que ya les hubiera contado lo que había pasado entre ellos y la manera en la que había huido.
¿Besarlo sorpresivamente? Nuevamente regresaba a su mente la idea de ser rechazado y humillado al recibir como respuesta que ahora las cosas eran diferentes porque estaba en una relación.
Lo peor de toda esa situación es que ése no era su único problema. Durante esa llamada había aceptado tener una cita doble con P'Mew y el fulano con el que estaba saliendo. Una cita doble implicaba que llevara a alguna persona como acompañante, pero no quería hacerlo.
No quería verlos regodearse en su felicidad mientras él tenía ganas de lanzarles dardos como si fueran dianas humanas. Dardos que reventaran esa burbuja de amor en la que, seguramente, serían viviendo.
Era egoísta y lo sabía, pero no podía hacer nada ante ese sentimiento. La idea de ver a P'Mew siendo atento y gentil con alguien más le molestaba de sobremanera.
Pensar en él, últimamente le producía diversas sensaciones: Palpitaciones al recordar esa última vez en la que casi se habían besado, enojo al imaginarlo poniendo sus manos sobre alguien más, pero la sensación más recurrente era ese extraño hormigueo por todo el cuerpo que le producía cuando imaginaba lo que hubiera pasado si es que aquella vez no hubieran sido interrumpidos.
La sangre le bombeaba de manera anormal e iba directamente a su entrepierna. Imaginar esos dedos largos y delgados sobre sus muslos provocaba que se sintiera caliente como el infierno. Lo quería. Lo necesitaba...
La primera noche en que su cuerpo reaccionó de esa manera, solo pudo sentirse asustado porque no sabía si era normal tener pensamientos de ese tipo con un hombre.
Se puso de pie y aseguró la puerta de su habitación. Con prisa, regresó a su cama para meterse bajo las sábanas. Pensar tanto había logrado que, nuevamente, como todas las noches, su cuerpo ardiera.
Lentamente, fue bajando la mano derecha hacia el elástico de su ropa interior. La vergüenza por hacer ese tipo de cosas ya se había ido casi del todo, ahora poco le importaba si era normal o no pensar así sobre P'Mew.
Elevó ligeramente el trasero para poder bajar la ropa interior hasta una posición cómoda que le permitiera continuar con lo que tanto anhelaba.
Su cuerpo...
Sus manos...
Su boca...
Las imágenes llegaban como un torrente que no podía frenar, haciendo que cada una lo encendiera más.
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Cansado
ФанфикLa situación ya no daba para más y él lo sabía. Por fin, el cansancio había logrado que se rindiera.