Cansado

Una mentira casi igual

POV Mew

Sabía que probablemente era un tonto por seguir enamorado de una persona que lo había rechazado luego de sentirlo tan cerca, pero era algo que no podía evitar por más que quisiera. Quería sacarse el corazón para no seguir sintiendo todo eso que le producía el solo pensar en él, pero simplemente era algo que escapaba de sus manos. Tal vez lo correcto sería dejar de pensar tanto con el corazón y y empezar a hacerlo más con el cerebro, pero en temas del amor, ambos se descontaban por completo, logrando que cometiera torpeza tras torpeza.

Aún estaba perdidamente enamorado, y eso era algo que no podía cambiar aunque así lo deseara.

El sentimiento estaba forjado a fuego en su alma, pero debía de procurar ocultarlo hasta que su mente y corazón decidieran crear una pared lo suficientemente fuerte para evitar que ese sentimiento siguiera creciendo porque sabía que, muy en el fondo, que no era algo recíproco. No importaba lo enamorado que estuviera, porque tenía la certeza de que no era correspondido, y eso era algo que había comprobado la noche en la que recibió por respuesta que lo que había pasado entre ambos había sido solo un error.

Sabía que no debía de crearse falsas ilusiones, sin importaba cuán extraño estuviera actuando N'Gulf, mostrándose inusualmente afectuoso en la cita que habían tenido la noche anterior, porque probablemente esa conducta se debiera a un afecto casi fraterno por parte de él, pero debía de admitir que, aunque no lo hubiera expresado, se sentía intrigado por esa conducta, la cual, finalmente le había traído problemas con su novio, pero qué descarado y cobarde sería si culpara a N'Gulf por el tormento que había vivido la noche anterior  al dirigirse a su casa luego de salir del restaurante, porque era consiente de que la mayor parte de la culpa recaía en sus hombros.

Aceptaba la culpa de haber sido el gran causante de todo aquel problema, porque había sido él y nadie más que él, quien se había prestado para ese juego de coqueteo y sonrisas tontas en el que había caído sin poder evitarlo, y es que ese tipo de cosas era algo que no podría evitar, porque verlo sonríe era algo que hacía que perdiera todo el autocontrol que se había propuesto tener justo antes de que lo viera llegar al restaurante.

No prestarle atención a los demás que estaban en la mesa había sido un completo acto de descortesía, pero eso solo lo había podido procesar cuando los reclamos llegaron a sus oídos entre gritos, que eran totalmente justificados, porque quisiera o no, tenía un novio que había estado a su lado por corto tiempo, pero en un momento difícil de su vida, siendo un apoyo emocional en aquel momento, y era justo escucharlo tan alterado porque le había faltado el respeto dejándolo de lado por alguien más.

Flashback

Apretaba las palmas de las manos sobre el timón del vehículo con mucha más fuerza y tensión de la usual. Los nudillos habían perdido color, pasando de un tono natural a uno casi fantasmal.

Los gritos iban y venían sin detenerse, llenando el ambiente de la más pura tensión, pero no tenía derecho a objetar nada porque los reclamos eran ciertos.

Él también quería gritar muchas cosas que tenía guardadas pero no era el momento ni el lugar para hacer.

N'Fluke no se merecía el trato que había recibido durante la cena y era por eso que solo podía mirar al frente y apretar los dientes hasta que le dieran.

-¡Estoy harto de esto, maldita sea!- El tono de voz que usaba probablemente podía ser escuchado por los demás transeúntes, porque eran gritos que podían martillar la cabeza de cualquier persona- ¡Yo soy tu novio, no ese maldito imbécil!

Una idea violenta pasó fugaz por su cabeza, una escena en la que le cerraba la boca con un golpe, pero algo así solo avivaría la hoguera en la que estaba envuelto en ese momento. Quería gritarle que nunca más en su vida hablara de esa manera sobre N'Gulf, pero las palabras no salían de garganta. No era un cobarde que no podía expresar lo que pensaba, pero en esa ocasión estaba seguro de que no tenía ninguna autoridad para decir nada.