Contigo

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POV Mew

No podía evitar sentirse nervioso. Esa incómoda sensación en la boca del estómago no lograba irse del todo. Su cuerpo temblaba ligeramente a medida que avanzaban, y es que por más que intentara bloquear las imágenes, los posibles escenarios se agolpaban en su mente como si fueran vivencias pasadas.

Las dudas crecían con el pasar de los minutos, quizá había tomado la decisión incorrecta y debía de retroceder. Dar marcha atrás sonaba como una opción viable pero también era algo cobarde de su parte. Sabía a lo que iba y era eso lo que le causaba tanta angustia.

El silencio sepulcral solo lograba que sus nervios incrementaran de una manera insospechada, y es que el único sonido que se escuchaba era el de dos respiraciones pausadas. Sus ojos estaban centrados en el camino pero podía prestar atención sin tener la necesidad de voltear para saber lo que pasaba a su costado. Esa densa y pausada respiración iba al compás de la suya pero dejaba ver un tinte de nerviosismo ante lo inesperado. Lo conocía tan bien que sabía diferenciar con facilidad lo que estaba pasando por su mente. Estaba preocupado por lo que podría pasar entre ambos, y no era únicamente una preocupación por lo que podría llegar a ocurrir en ese momento, a N'Gulf también le causaba angustia saber lo que sucedería en el futuro, porque era un tema que no habían ahondado hasta ese momento. Tal vez él también tenía las mismas preguntas sin respuesta rondando por su mente mientas imágenes que aún no habían sucedido se formaban en su mente para solo causar más temor pero con un cierto regusto a gozo por lo que pasaría, por lo desconocido.

El camino era largo pero la carretera se encontraba despejada como pocas veces ocurría dentro de la ciudad. Había decidido salir del bullicio de Bangkok para poder pasar el rato juntos, en un lugar distinto a cualquier otro, donde pudieran hablar sin tener que moderar el tono de voz por temor a ser escuchados ni temiendo a ser juzgados por pasar el rato tomados de la mano.

Nuevamente se sentía como un adolescente en su primera cita, y es que era la más importante que había tenido en su vida, lejos de otras veces con las que había pasado el rato con personas que habían logrado captar su interés pero nunca lo habían logrado de la manera en la que lo hacía N'Gulf, sin tener la necesidad de hablar demasiado ni mostrar grandes cantidades de afecto había logrado enamorarla hasta los huesos. Todo en él era lo que no sabía que necesitaba en su vida hasta que lo había conocido. Nunca había podido pensar que, de pronto, se volvería tan dependiente de su mirada, de su sonrisa, de esos ojos que siempre parecían tener sueño, del contacto entre sus pieles. Lo amaba y necesitaba de como un hambriento anhela un pedazo de pan, pero sabía que en ese sentimiento había una gran diferencia; el hambriento podía saciar su necesidad recibiendo alimento, pero él estaba seguro de alguna vez poder tener suficiente de N'Gulf, porque no era mera necesidad lo que lo dejaba sin aliento y a la espera de más, era un sentimiento tan simple y complejo como lo era el amor. No lo quería para un día, para una vez o para saciar sus necesidades; lo quería para siempre, en todo momento, en los momentos de alegría y de tristeza, para que pudieran envejecer juntos. No sabía si era muy pronto para proyectarse a un futuro tan lejano juntos, pero era algo que no podía controlar.

Miró de reojo sin despegar la vista de la carretera y pudo observarlo mirar atento el paisaje nocturno que se presentaba ante sus ojos, apenas iluminado por algunas luces en la calle. Se se encontraba atento a cada detalle y no parecía querer cambiar lo que estaba haciendo, ni siquiera para comenzar una conversación o poner la música que le gustaba. Había pasado un tiempo desde que había desistido de la idea de poner lo que quería en su propio vehículo, solo por el hecho de verlo sonreír cada vez que le decía que podía poner su canción favorita mientas iban a algún lugar. Verlo cantar con alegría o tararear la melodía de alguna canción hacía que él también se contagiase de esa misma felicidad.

CansadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora