POV Gulf
Había perdido la cuenta de las veces que había sido egoísta, actuando solo movido por sus propios sentimientos, experiencias y deseos, y no por el de los demás. Era infantil algunas veces, quizás como si aún un niño viviera dentro suyo pero en el cuerpo de un adulto. Aún había situaciones en las que sentía su cuerpo paralizado por el miedo a cosas cotidianas, como lo era el afecto en público, ya fuera en sus relaciones pasadas o la que experimenta actualmente, aunque de ella no estaba seguro de si aún podía usar un término como ése. Le daba terror, ahora más que nunca, ser descubierto, ser señalado con el dedo y que parte de su vida se viera detenida, pero cuando esos sentimientos llegaban, imágenes de su familia siendo quienes lo juzgaban, lograba que se le erizaran los vellos del cuerpo, acompañado de un escalofrío a través de la columna.
Era justo todo lo que le había dicho la noche anterior, porque después del maravilloso momento que habían vivido, nuevamente todo se había derrumbado como si de un castillo de naipes se tratase, tan fácil como si una brisa hubiera soplado en su dirección para dejarlo caer en partes. Esa brisa había sido él. Él había sido el que había arruinado todo una vez más, el que había actuado por sus impulsos, por sus temores sin ser realmente consciente del daño que estaba causando con su negativa.
El momento de reflexionar sobre todo lo acontecido había llegado recién cuando ya estaba de nuevo en su habitación, esa que alquilaba dentro del condominio estudiantil en el que solía quedarse cuando no tenía tiempo de regresar a casa o cuando simplemente deseaba estar a solas. Estaba tendido sobre su cama, como tantas veces lo había hecho, pero todo se sentía extraño y vacío. Su cama, a pesar de no ser grande, se sentía espaciosa, tal vez más de lo que le gustaba, porque era un vacío que quería llenar y sabía bien con quién quería estar, pero él ya no estaba, se había marchado tan pronto como había llegado al estacionamiento del condominio, sin dirigirle más que un frío "Buenas noches". Él se había quedado de pie, con los pies plantados en el suelo, sin saber realmente qué hacer o decir, pero solo tenía la plena seguridad de que todo aquello no era un disgusto pasajero o algo infantil. Lo había herido profundamente y había sido su culpa. Lo había arruinado como siempre.
Quería explicarle tantas cosas, contarle sobre su pasado, sobre sus miedos y dudas, pero temía que todo aquello solo fuera tomado de su parte como un pretexto para seguir evadiendo el asunto. También quería pedirle que no fuera tan duro con él, que pensara un poco más en lo que estaba sintiendo, pero era algo a lo que no se atrevía, porque sabía que P'Mew había soportado más que cualquiera, que siempre había tenido su atención aún cuando no la merecía y que a pasar de todo lo seguía amando aunque le hubiera causando daño en el proceso. Era un círculo del que no podía salir, porque a pesar de todo, aún le seguía haciendo daño de una u otra manera. Lo quería cerca, a su lado y para él, pero empezaba a sentir que lo estaba alejando cada vez más con sus acciones o con la falta de ellas.
No entendía cómo era posible que hubieran pasando de un momento tan íntimo o no saber si lo que tenían aún existía o si era algo que podía darlo por descartado. No sabía si P'Mew había dicho todo aquello con sinceridad o si solo quería herirlo para que sintiera un poco de todo lo que él había experimentado, pero aquello era algo que dudaba porque sabía cómo era, sabía su forma de pensar y de sentir, y P'Mew no se caracterizaba por ser vengativa ni por buscar herir a los demás.
Quería tener el valor para hacer las cosas como era debido, pero el simple hecho de imaginar el rostro de su padre al enterarse de que su único hijo jamás se casaría ni le daría nietos, era algo que lo aterraba. Sabía que su padre deseaba que formara una familia con una buena mujer, que tuviera hijos en un futuro cuando tuviera una posición económica estable y que aún así pudiera estar al tanto de que su hermana estuviera bien, y que ella también hubiera formado una familia con un buen hombre.
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Cansado
Fiksi PenggemarLa situación ya no daba para más y él lo sabía. Por fin, el cansancio había logrado que se rindiera.