POV Mild
¿Qué había hecho para merecer algo así? Algún karma debía de estar pagando, tal vez por algo malo que había hecho en vidas pasadas o alguna travesura que hizo en su infancia.
No, en realidad sí sabía lo que había hecho. Se había metido en líos ajenos como si fueran propios, y peor aún, eran líos amorosos en los que él no tenía nada que ver, pero había ido de metiche, tratando de ser el cupido de todo el mundo, ayudando a todos, y ahora, gracias a sus estúpidas acciones, estaba metido en un gran problema.
¿Cómo vería a sus tres amigos a la cara solo para ponerse de parte de uno de ellos? Era cierto que no estaba de acuerdo con esa nueva y apresurada relación que tenían P'Mew y N'Fluke, pero también era consciente de que había sido él el que los había presentado. Se sentía responsable por cualquier cosa que llegara a suceder.
Bueno hubiera sido que todo se quedara así, tal como estaba, pero el destino no era tan generoso con él. Su otro amigo, N'Gulf era parte de ese enredo amoroso. Maldita sea la hora en la que le había confesado que estaba enamorado de P'Mew. Ese era un tema que ya sabía desde mucho tiempo atrás, y todo hubiera sido casi como caminar sobre nubes si es que no hubiera metido sus manos en ese asunto.
P'Mew y N'Gulf tal vez ahora serían felices estando juntos, pero no era así. O tal vez, P'Mew y N'Fluke también podrían ser felices si es que él hubiera decidido cerrar sus oídos a cualquier asunto que no fuera de su incumbencia. Pensó que podía ayudar a sus dos queridos amigos a ser felices juntos. Había ideado un plan que sonaba maravilloso dentro de su cabeza, pero todo había salido justo de la manera que no deseaba.
Ahora N'Gulf lo culpaba de lo que estaba pasando en su vida, y en parte era verdad. No sería un problema meter las narices en donde no lo llamaban solo una vez más, pero esta vez era distinto, porque sin importar el resultado, alguien saldría perdiendo en todo ese lío.
Sentía como si todo el coraje que solía tener se hubiera esfumado con solo chasquear los dedos. Estaba nervioso y preocupado por lo que iba a pasar en esa cita a la que se había visto obligado a asistir. No quería peleas ni malas caras, pero sabía que eso era algo muy díficil de pedir cuando había un conflicto de intereses de por medio.
N'Gulf estaba enamorado de P'Mew, además de estar arrepentido y dispuesto a luchar por él. P'Mew estaba, evidentemente, enamorado de N'Gulf, pero se sentía dolido y herido por las veces que había sido rechazado, era por eso que había tomado la decisión de tener una relación con N'Fluke, ese amigo que él había presentado. N'Fluke estaba enamorado o ilusionado con P'Mew, y por el tiempo que lo conocía, sabía que no se rendiría tan fácilmente. Era en ese momento en el que realmente se sentía culpable, porque nunca había planeado que las cosas tomaran ese rumbo.
N'Gulf y N'Fluke eran muy testarudos y sabía que ninguno de los dos levantaría una bandera blanca en señal de paz. Eran cabezas duras que no descansaban hasta conseguir lo que querían, y temía por ambos, porque los quería y no deseaba que ninguno de los dos saliera lastimado, pero en una guerra solo hay un ganador, por lo menos en temas del corazón así era.
Tenía un serio conflicto interno por ponerse de parte de uno de ellos, pero lo había pensado con calma y había llegado a la conclusión de que no podía apoyar esa nueva relación, porque había sido apresurada. Eran dos personas que no se conocían en lo absoluto y dudaba que en realidad tuvieran mucho en común.
El punto que hizo que finalmente se decidiera, había sido pensar que esa relación era producto del dolor que sentía P'Mew, además de la soledad en la que llevaba tanto tiempo.
Quería la felicidad de todos, pero los tres no podían ganar. Ayudaría a N'Gulf a recuperar el cariño de P'Mew, porque tenía la certeza de que ellos podían llegar a ser verdaderamente felices estando juntos.
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Cansado
Hayran KurguLa situación ya no daba para más y él lo sabía. Por fin, el cansancio había logrado que se rindiera.