Lo que somos

5.4K 545 115
                                    

POV Mew

Tan vergonzoso como podía llegar a ser. Habían sido pillados como dos adolescentes que no pueden controlar lo que sienten ni la marea de hormonas revoloteando por todo su ser.

Era el mayor pero también había sido quien lo había instado a llegar a todo aquello, y se sentía culpable, especialmente por haberlo hecho pasar por un momento tan incómodo como el que habían vivido.

Sabía que esa gran mentira que había dicho no había sido creída por N'Mild. Era bromista y algo inoportuno, pero no era tonto, y al escuchar su tono de voz pudo detectar la desconfianza que le había dado esa respuesta, y es que al ser el mayor entre todos, muchas veces olvidaba que ellos también eran adultos y no unos niños a los que se puede calmar con una pequeña mentira.

Todo había pasado tan rápido, que poco era lo que podía recordar con calidad. Se había sentido tan embriagado que el detenerse había resultado imposible. El saber que era correspondido en todos los sentidos era algo que jamás había creído posible. Sus experiencias pasadas lo habían dejado muy en claro...el amor no correspondido siempre sería una constante en su vida, sin embargo, algo había cambiado en su suerte.

Había sucedido tan de pronto que aún parecía irreal. Solo había dicho lo que sentía, aprovechando que N'Gulf estaba ebrio, ya que así no recordaría al despertar esa patética y vergonzosa declaración. Al hacerlo no había esperando nada a cambio más que una mirada de tristeza al no poder ser recíproco el sentimiento. Quizá solo podría agachar la cabeza una vez más e intentar seguir con su vida, aún siendo amigos y compañeros de trabajo. Diría lo que había guardado por tanto tiempo, liberándolo de una pesada carga que llevaba sobre sus hombros como una cruz que cada día se hacía más difícil de arrastrar, pero N'Gulf no lo recordaría al día siguiente o quizá solo pensaría que había sido un mal sueño. Esperaba tan poco de todo aquello, pero grande fue su sorpresa cuando de pronto fue tomado del rostro hasta que sus labios estuvieran unidos. Luego de eso, imágenes fugaces atravesaban su mente, sin poder tener ninguna muy nítida, y se odiaba por eso. Quería recordar cada detalle, cada momento que habían vivido, pero no podía, porque se había sentido tan drogado por su olor, por sus labios y su cuerpo que su mente no pensaba con claridad cuando hizo cada movimiento hasta llegar a estar parcialmente desnudos, uno frente al otro y masturbándose mutuamente.

Nunca, ni siquiera se había atrevido a soñar con algo de esa magnitud, pero ahora todo era real, tan vívido, tan placentero y tan vergonzoso que su cuerpo no sabía qué sensación procesar primero.

Dentro de todo lo que había hecho, solo había algo que sí recordaba con una lucidez excepcional, era algo que tanto su mente como su cuerpo habían habían decidido coordinar, y eso había sido su autocontrol. Quería tenerlo, tocarle cada centímetro de piel y marcar lugares que solo N'Gulf pudiera notar al mirarse frente al espejo, como si fuera un secreto entre los dos. Quería hacerle tantas cosas, pero sabía que el lugar y el momento no eran los correctos. Solo se dejaría llevar por sus instintos más profundos hasta un punto que pudiera aún tener control sobre ellos. Llegar a ese baño y tocarse de esa manera era más de lo que había imaginado, pero seguía sin transgredir esa fina línea entre eso y algo más íntimo.

Quería hacer bien las cosas, en un momento que ambos recordaran para siempre, en un lugar que no fuera un oscuro baño mientras sus amigos dormían profundamente. Quería ten la certeza de que N'Gulf estaba completamente lúcido y seguro de dar un paso más allá en su relación, porque nada le dolería más que darse cuenta de que todo aquello había sido solo producto del alcohol y no de un sentimiento mutuo.

Esperaría, sería paciente hasta que el momento adecuado llegara.

Todo se había arruinado tan de pronto que era como estar soñando algo hermoso y de pronto cambiar el panorama por una horrible pesadilla. Sentía un vacío en el estómago que difícilmente se iría. Era tan vergonzoso haber sido descubiertos de esa manera que al atravesar esa puerta no sabría cómo mirar a N'Mild a la cara.

CansadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora